Los grupos de la oposición urgen el inicio de las negociaciones presupuestarias

Si las cosas siguen su ritmo habitual, el próximo 20 de diciembre deberían votarse en el Pleno los presupuestos del Ayuntamiento para el próximo año. Queda un mes, un plazo que los grupos de la oposición consideran ya un poco ajustado para emprender una negociación con el gobierno, por eso urgen que se presente ya una propuesta y empezar a debatir sobre ella. «Deberíamos estar hablando ya de este asunto, que no conviene dejar para última hora», expresó ayer la portavoz de Ciudadanos, Carmen Soberón.

De acuerdo a la lógica que se ha seguido en estos últimos meses, la formación naranja apunta a ser la mejor baza del gobierno socialista para cerrar un acuerdo. Con ellos contaron para la aprobación del crédito de 2,7 millones de euros para las inversiones financieramente sostenibles, y también para la aprobación de las ordenanzas fiscales, y su portavoz asegura que su intención es ir «con mentalidad constructiva».

En estos momentos, los ediles de Ciudadanos están trabajando en la propuesta que presentarán, llegado el momento, al gobierno municipal, sabiendo que no habrá mucho margen para realizar inversiones, toda vez que, como avanzó ayer LA VOZ, la cantidad rondará los tres millones de euros, de los que en principio uno debería destinarse a la anunciada compra del edificio de la Fundación Metal en el PEPA, y hay gastos importantes comprometidos como el remate de la reforma del palacio de Maqua o el desarrollo de la reurbanización del parque de El Muelle, que contempla también la peatonalización de la plaza de Pedro Menéndez. Esta obra, que será la más importante del año, está presupuestada en alrededor de un millón de euros, de los que la mitad se financiarán con cargo a las inversiones sostenibles y la otra mitad deberá volver a incluirse en el presupuesto, como ya se hizo este año, sin que se llegase a gastar ese dinero.

«Pensábamos que habría más dinero», reconoce Soberón, que recuerda, no obstante, que los precedentes de otras negociaciones presupuestarias con los socialistas «no son muy halagüeños», porque «les cuesta mucho cumplir los compromisos». En este sentido hay que recordar que ambas formaciones ya habían alcanzado un acuerdo para las cuentas de 2018 en el que el gobierno se había comprometido a poner en marcha algunas medidas como la gratuidad del transporte público para menores de doce años, que sí se han hecho efectivas, pero otras como la tarjeta ciudadana aún no se han ejecutado. «Nosotros entendemos que es mejor que haya un acuerdo, pero acudimos con poca ilusión y pocas expectativas», asegura la portavoz de Ciudadanos.

Su homóloga en el Partido Popular, Esther Llamazares, va por una línea similar. «Sería bueno que ya estuviésemos viendo cosas y hablando de las cuentas», afirma al tiempo que pide «que no nos den un presupuesto un día para tener que contestar algo al siguiente».

La portavoz popular recordó que ya se habían anunciado algunas inversiones, como la de los parques infantiles, la furgoneta para el servicio de cementerios o la de los caños de Rivero. «Cada vez que pregunto por algo dicen que va a ir a inversiones, así que entiendo que habrá una partida importante», ironiza. Llamazares recuerda que en la negociación para las obras sostenibles, los socialistas rechazaron algunas de las propuestas de la oposición aplazándolas al debate presupuestario.

Los grupos están a la espera de que los socialistas presenten su proyecto para hacer aportaciones, y en este sentido Cambia Avilés avanza que seguirán las mismas líneas de otros años, es decir, no entrar tanto en el debate de «pequeñas inversiones», sino otras «más globales que cambien la política de gastos». Su listado de peticiones irá orientado a construir una ciudad «más moderna, sostenible, acogedora y cuidadora», así como al paralizar el proceso de privatización de servicios, según avanzó ayer el concejal Primitivo Abella.

La coalición está a la espera de ver si el acuerdo alcanzado entre el PSOE y Unidas Podemos a nivel nacional influye en un cambio de relaciones entre ambos partidos a nivel local, ya que hasta el momento la distancia entre ambos ha sido muy amplia y la norma general ha sido la desavenencia. «Nuestra experiencia es que lo voluntad de llegar a acuerdos ha sido nula», recuerda Abella.