Malestar por el traslado de la escuela de Jardín de Cantos al Virgen de las Mareas

Son dieciséis bebés que comparten una sala en la que también están parte de los educadores. Solo una parte porque los educadores son nueve. La plantilla de una escuela que depende de la Consejería de Derechos Sociales la completan la directora, un cocinero, un auxiliar de cocina y tres operarios de limpieza. Teniendo en cuenta que solo disponen de un aula en el colegio y un pequeño despacho para la directora, la mayoría del personal se ve obligado a pulular por los pasillos y el patio del centro sin disponer de una sala en la que descansar o dejar sus pertenencias.

El traslado se ha decidido ante el inminente comienzo de las obras en la edificio de la escuela de 0 a 3. Con un presupuesto de casi 300.000 euros y una duración estimada de tres meses, los trabajos consistirán en la impermeabilización de la cubierta y las terrazas con el objetivo de eliminar las humedades, la renovación de la cerrajería y pintura del edificio tanto interior como exterior y la dotación de dos salas polivalentes en dicho centro con acceso desde la planta baja. Estaba previsto que estas obras comenzaran en agosto para interferir lo menos posible en el desarrollo del curso escolar, pero finalmente lo harán en octubre.

El sorpresivo traslado al colegio Virgen de las Mareas afecta tanto a este como al Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) del Deporte, ya que ambos han tenido que ceder parte de sus instalaciones a la escuela, sin que estas sean suficientes para la misma. Y eso que este año el centro infantil no ha ofertado plazas para bebés de 0 a 12 meses, lo que ha rebajado el número de alumnos de veintisiete a los dieciséis del actuales. La comunidad educativa de la escuela de Jardín de Cantos teme que tras esa decisión se esconda la intención de cerrar el centro a dos años vista, cuando concluyan su paso por primer ciclo de infantil los actualmente matrículados.

Respecto a las obras, argumentaban ya antes del verano, cuando la consejería licitó los trabajos, que había espacio de sobra para atender y trabajar con el alumnado a la par que se desarrollaban las obras. Pero parece ser que la consejería de Bienestar Social no lo ve así y ha optado por el traslado.

Se da la circunstancia de que esta nueva remesa de alumnado y profesorado en el Virgen de las Mareas coincide con la mayor matrícula del CIFP del Deporte ya que, en coincidencia con su primer curso entero en la nueva sede, imparte dos grados nuevos de gran demanda y en horario de mañana, uno de sus grandes anhelos. Las familias de los pequeños de hasta tres años tampoco consideran adecuadas las nuevas instalaciones y no se fían de que las obras vayan a durar solo tres meses.