La pesca de recreo reclama mejoras en la playa de San Balandrán

«Desde el puerto nos dieron unos plazos para hacer el nuevo pantalán, pero se han incumplido», aseguró José Ramón Fernández, que tampoco tenía problemas en denunciar el olvido de la margen derecha, desde Zeluán hasta casi el faro de San Juan. «En ningún lugar del mundo existe un abandono similar», afirmó José Ramón Fernández.

Fernández aseguró que después de unas primeras obras en lo que podían ser las bases del futuro pantalán, se paró de trabajar. La falta de avances les llevaban a pedir la dimisión del presidente de la Autoridad Portuaria, Santiago Rodríguez Vega.

Pablo González, otro de los pescadores que ayer, lunes, acudieron al encuentro con la portavoz del grupo municipal del Partido Popular, Esther Llamazares, lamentó «la restricción que hacen a las zonas de pesca; antes podíamos ir a muchos espacios y, por culpa del mal comportamiento de personas concretas, han castigado a todo el colectivo impidiendo que acudamos a pescar». De esta manera, su afición se ve cortada por una sucesión de prohibiciones y vetos, denuncian.

Con todo, la mayor inquietud que tienen es la generada por el argayo en las inmediaciones del muelle de Inespal. «Esperemos que no se les ocurra impedirnos el paso», apuntaba González, que explicaba que, ante la falta del pantalán, era uno de los lugares a los que solían acudir.

Esther Llamazares recorrió ayer la zona con los pescadores. «Ya hemos llevado estos temas ante la Autoridad Portuaria y no se terminan de resolver», aseguró, al tiempo que lamentó que este colectivo «se encuentra totalmente desamparado, cada vez más sometido a más regulaciones y exigencias. Ya que estamos con tanta preocupación por las minorías, este colectivo también deberían ver protegidos sus derechos. Llevan toda la vida pescando y cada tienen más prohibiciones».

Y es que los problemas de los pescadores recreativos no terminan con las deficiencias en el espacio donde acuden a practicar su afición.

Ayer lamentaron las constantes exigencias. Además de la obligatoria licencia de pesca (si bien todos la aceptaban), aseguran que les demandan un seguro de responsabilidad civil y que, además, debe formalizarse con una compañía concreta.