El acuerdo de despido colectivo en Sekurit se aprueba entre lágrimas y tensión

De los 125 empleados afectados por el despido colectivo, 106 tenían derecho a voto. Ejercieron ese derecho 91, de los que 88 votos fueron a favor y 3 en contra.

Son seis las medidas acordadas para amortiguar la clausura de la línea de Sekurit. La principal son las prejubilaciones, a las que podrán acogerse los trabajadores que tengan al menos 58 años en este 2024 y un mínimo de quince años de antigüedad en la empresa. Excepcionalmente podrán prejubilarse también dos trabajadores que cumplen 57 este mismo año.

A los trabajadores de Glass que tengan 58 años también se les da la posibilidad de prejubilarse siempre y cuando su prejubilación genere una vacante permanente en la que se pueda recolocar a un operario de Sekurit. Tendrán hasta el 7 de junio para decidirlo.

Quienes se acojan a la prejubilación cobrarán el 70% de su sueldo bruto hasta los 64 años, gracias al complemento que se sumarán a la prestación por desempleo contributiva que reciban.

Se contempla también una jubilación parcial con contrato relevo para los obreros o empleados de Glass que hayan nacido en 1963 y, como los anteriores, cuya salida genere una vacante. Con este objetivo se ofrece también el despido a los obreros o empleados de esta división. Deberán comunicarlo por escrito antes del día 7 de junio y, siempre que su salida genere una vacante permanente, tendrán derecho a una indemnización equivalente a doce meses del salario bruto anual. A partir del sexto año de antigüedad, la indemnización aumentará un 20% por cada año completo de antigüedad con un máximo de 24 mensualidades de salario bruto anual.

A las recolocaciones en Glass, donde habría según un cálculo inicial que no se plasma en el acuerdo de unas 22 vacantes, habrá que sumar siete más por la asunción de algunos servicios antes externalizados. Son las actividades que venía realizando CIMISA en el área de logística (carga y descarga de camiones, saneamiento de vidrio con ventosa y tareas auxiliares de carpintería), la actividad de almacén general a cargo de dos personas y otras tres recolocaciones más en Glass con la intención de poder desarrollar el «nuevo modelo organizativo en el Float».

Será una comisión de seguimiento la que valorará el puesto a ofrecer a cada trabajador en base a criterios objetivos como la capacidad, la formación, la experiencia, la antigüedad en la empresa y las evaluaciones en los últimos dos años. A igualdad de condiciones se dará prioridad a quienes tengan más de 50 años por ser considerados «más vulnerables».

Se ofrecen también recolocaciones en el grupo dentro de España . En el nuevo puesto de trabajo mantendrán las mismas condiciones económicas y de antigüedad y se bonificará el traslado con 3.000 euros brutos para la mudanza y 33.000 brutos para la vivienda, la mitad de cuyo importe se recibirá en el momento de incorporación al puesto de destino y el 50% restante, a los cuatro meses.

Los trabajadores de Sekurit que no puedan o no quieran acogerse a ninguna de las medidas anteriores serán despedidos con 55 días de salario por año trabajado con un máximo de 42 mensualidades. Quienes sean temporales podrán optar también por una indemnización bruta de 12.000 euros.

Todas estas medidas deberán estar decididas antes del 14 de junio, hasta entonces la empresa pagará un permiso retribuido (desde ayer hasta el 1 de junio) y después dará vacaciones.

Tras el aval de la asamblea, Saint-Gobain señalaba que se había propuesto «el mejor plan social posible para minimizar el impacto de cese de la actividad, ofreciendo la posibilidad de recolocación del 100% de las personas afectadas y prejubilaciones anticipadas». Añadió que «Saint-Gobain sigue apostando por Asturias, con la actividad de vidrio para su construcción, quienes hoy (por ayer) han reanudado la producción en la planta de La Maruca con normalidad».

Ahora, mientras se tramitan estas medidas, habrá que ver qué decide el comité de empresa respecto a las jornadas de huelga que había convocado hasta final de año y cuya próxima cita era el miércoles 29.

Juanjo Fernández, coordinador de Izquierda Unida de Avilés, hizo ayer balance de lo sucedido y felicitó a los representantes sindicales «por el amplio proceso de movilizaciones que lograron poner en marcha y por la unidad sindical exhibida».

Y siendo consciente de las heridas que deja, valoró que «probablemente se haya firmado el mejor acuerdo posible gracias a horas y horas de negociación», de hecho, el preacuerdo final se firmó a las cuatro de la madrugada de ayer viernes.

Reconoció que una decisión como la adoptada por Saint-Gobain es traumática 'per se' y, además, «no hemos sido capaces de pararla». En este sentido realizó una reflexión sobre el modo de operar de las multinacionales y los procesos de deslocalización que llevan a cabo y que, con los beneficios económicos que tienen, «no deberíamos permitir porque va en contra de los intereses de los trabajadores y también de Europa».

Quiso tener también un recuerdo para los trabajadores de las empresas auxiliares, los de las subcontratas, Eulen, Sergón y Limpiezas Plata que, en el caso de las dos últimas, «quedan en una situación mucho más delicada, a pesar del plan de acompañamiento acordado». Se refería al recogido en la acta del preacuerdo, por el que hay un compromiso para poner a su disposición un servicio de asesoramiento (siempre y cuando no haya procesos judiciales en marcha) así como la posibilidad, según confirmaron fuentes sindicales al coordinador de IU, de optar a alguno de los traslados dentro del grupo Glass si no fueran cubiertos por los excedentes de Sekurit.

En la misma línea, Covadonga Tomé, diputada del Grupo Mixto en la Junta General del Principado de Asturias, reiteró en un encuentro con el secretario general de Comisiones Obreras, José Manuel Zapico, que «tenemos que tener músculo político para evitar nuevos cierres, nuevas deslocalizaciones. No podemos asistir a más despidos de trabajadores y trabajadoras que se quedan en la calle por pura especulación».

Fue Tomé la primera política en acercarse hasta la fábrica de La Maruca tras conocerse la decisión de Saint-Gobain, pero lo cierto es que todos los grupos políticos manifestaron su solidaridad y preocupación por un proceso que ha sido imposible revertir.