La torre del Niemeyer podría albergar un espacio cultural y gastronómico

«La gastronomía local es una de las propuestas de manifiesto interés de Europa, es un trabajo culinario que podría desarrollarse en la torre del Niemeyer», mencionó Monteserín. De hecho, en la mente de la alcaldesa está la idea de que dicho espacio, de materializarse, se englobe en un tejido de acciones que sirva de trampolín para el fomento de la gastronomía, incluso, entre los más pequeños. «Queremos que todos los niños, al salir de la escuela, sepan cocinar y usar los productos de aquí, los de temporada y los locales».

Fue el propio director del Niemeyer, Carlos Cuadros, quien hizo las veces de maestro de ceremonias, en un encuentro pensado para acercar la realidad del centro a los grupos políticos municipales. Y fue Cuadros quien adelantó ese posible nuevo futuro para la torre, al mencionar que «estamos trabajando, de forma muy concreta, en intentar darle una actividad suplementaria».

Con todo, el director del Niemeyer no ocultó la dificultad del proyecto. «No es fácil contar con dos espacios hosteleros en el mismo recinto, y mucho menos a partir del 14 de marzo de 2020, en cuanto a la puesta en marcha de hostelería y reunión de personas». A ese respecto, recalcó que «no tiene sentido hacer actividades con una línea de gasto mayor sin garantía de que los ciudadanos las puedan disfrutar».

Al margen del destino de la torre, la visita recorrió la exposición 'La emoción del espacio', que alberga la cúpula, y la muestra fotográfica 'Afluencias', sita en el auditorio, antes de pasar a una reunión de trabajo en el propio Niemeyer, y que se repetirá cada trimestre. «En el Pleno de enero consideré que no había un conocimiento profundo de cómo funciona esta institución, cómo es y qué hace», justificó Monteserín.

A juicio de la edil, paliar ese desconocimiento entre los representantes políticos es fundamental para que la propia ciudadanía adquiera por el centro el respeto que considera que merece. «No es suficiente la comunicación, y sin duda no se aprecia aquello que se desconoce. Además, tenemos patrocinadores que, si esto está todo el día en cuestión, dejarán de patrocinarnos».

De hecho, uno de los focos de interés de la visita fue la financiación del Centro Niemeyer, sobre la que las autoridades aseguraron que, aun en tiempo de pandemia, está totalmente saneada. Y, al hilo de las recientes críticas esgrimidas por la oposición, la alcaldesa recalcó que «aquí trabajan ocho personas y el presupuesto no llega a 2 millones. El Guggenheim tiene 30 millones y 80 personas. Hay que saber de qué hablamos para conocer dónde estamos y con qué nos comparamos».