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Fernando Álvarez Balbuena, Ignacio Buqueras y Bach, Luis Rubio y Alberto Piquero, en el Ateneo Jovellanos de Gijón.
Buqueras: «Hay que aprender a priorizar. No todo es urgente»

Buqueras: «Hay que aprender a priorizar. No todo es urgente»

El presidente de la Asociación Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles criticó en el Ateneo Jovellanos la 'cultura del presentismo'

JESSICA M. PUGA

Martes, 23 de mayo 2017, 00:07

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Los españoles trabajan de media unas 250 horas anuales más que los alemanes, pero su productividad es inferior, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La explicación, según Ignacio Buqueras y Bach, no se debe a la pereza mediterránea, sino a la llamada 'cultura del presentismo', es decir, que «estar a pie de obras no es lo mismo que ponerse a levantar el edificio». El economista, doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense y presidente de la Asociación Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe), fue el conferenciante de ayer en el Ateneo Jovellanos de Gijón, a donde acudió invitado por la institución y el Aula de Cultura de EL COMERCIO para presentar el libro 'Dejemos de perder el tiempo: Los beneficios de optimizar los horarios', que Buqueras firma junto a Jorge Cagigas.

Del tiempo, en general, y de su aprovechamiento, en particular, habló el invitado, que lleva tres lustros al frente de una asociación cuyo fin es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos conciliando la vida personal y profesional y mejorar la productividad de las empresas.

Los antecedentes de este 'desajuste' horario hay que buscarlos, explicó Buqueras, a principios del siglo pasado. «Antes de los años 40, en España se comía antes de la una y se cenaba en torno a las siete». ¿Qué pasó para que se produjera el desajuste? Dos conflictos bélicos. «La Segunda Guerra Mundial provocó que, para que no hubiera problemas con los bombardeos, los países del meridiano de Greenwich se pasaran a la hora de Berlín; al finalizar la contienda todos volvieron al suyo menos España. Además, la guerra civil provocó que la sociedad tuviera que pluriemplearse para poder llegar a fin de mes».

Tanto Ignacio Buqueras como la práctica totalidad del público que atendió a la conferencia estaba de acuerdo en que la racionalización de los horarios parece un tema de sentido común. «Lo que pasa es que nos mueve la educación recibida y la rutina», remarcó el empresario. Puso en valor que antes de la crisis económica, cuando un joven iba a pedir empleo daba tanta importancia al salario como al horario. «¿Qué pasó? Que a partir del año 2008 lo primordial era tener un empleo», señaló, al tiempo que demandó más pedagogía y flexibilidad, sin dejar a un lado la responsabilidad que tienen en esta materia políticos y sindicatos y la necesidad de educar al consumidor: «Seguro que puede ir a hacer la compra a las ocho, no tiene que esperarse a las diez de la noche», expuso.

España es líder europeo en baja natalidad, separaciones y fracaso escolar, lo que Buqueras no duda en señalar como consecuencias de jornadas laborales que se prolongan desde primera hora de la mañana a última de la tarde. Sus soluciones pasan por almuerzos de media hora y aprender a establecer una escala de prioridades: «No todo es urgente», aseguró.

Buqueras regaló al Ateneo Jovellanos un ejemplar de 'Homenaje universal al idioma español' que entregó a su presidenta, Isabel Moro.

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