
Secciones
Servicios
Destacamos
Un sorpresón inmenso se llevó Joaquín Amores, actor, cómico, enamorado de la escena y profesor, un gran maestro de actores de la Escuela Superior de ... Arte Dramático de Asturias (ESAD), de la que fue director.
Este andaluz de nacimiento criado en Madrid se ha hecho asturiano por amor a un oficio que le ha llevado a subirse a las tablas con Rosario Pardo, con Martirio o Carlos Álvarez-Nóvoa, a bailar encima de una mesa en un anuncio de cerveza, a girar haciendo teatro grecolatino y clásico español y a enseñar. Ha sido un feliz payaso errante que se jubila y en la ESAD, esos alumnos de Interpretación a los que siempre ha mimado y llama «mis niños» y sus compañeros le despidieron con una gran sorpresa.
Se celebraba una muestra teatral con escenas de Lorca por parte de alumnos de tercero de Interpretación que él había dirigido y cuando llegó a su fin, además de los aplausos, llegó el homenaje con un vídeo realizado por los alumnos. El director de la ESAD, Nacho Ortega, estaba allí y fue el primero en entregarle un clavel. Luego llegaron más entre la alegría, la pena y los nervios de Joaquín y del resto de sus compañeros y, más tarde, otro vídeo hecho por los profesores. Con la emoción a flor de piel y el absoluto convencimiento de que se le echará de menos transcurrió la tarde.
Fue en 1996 cuando Amores llegó al entonces Instituto del Teatro y las Artes Escénicas (ITAE) que acabó por ser la semilla de la actual ESAD. Así hizo de Asturias su lugar: «Los actores somos de donde vamos», suele decir.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La Rioja
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.