«Hablo sobre la nostalgia anticipada»
El sevillano Jesús Beades gana el IX Premio Internacional de Poesía Jovellanos por 'Plegaria por las conversaciones'
En los momentos que se fueron y que ya no volverán pensó Jesús Beades, al escribir su 'Plegaria por las conversaciones', que ayer ganó ... el Premio Internacional de Poesía Jovellanos, el Mejor Poema del Mundo. Este reconocimiento llenaba de alegría a un poeta sevillano, que lleva «diez años sin pisar Asturias» y que ahora podrá regresar para recoger el galardón y celebrar que el jurado decidiera distinguir unos versos que nacieron «de la nostalgia anticipada», según contaba.
«Uno vive momentos muy intensos con los amigos en ciertas épocas de exaltación de la amistad, muy propias de la juventud, y a veces sientes que es una pena que todo eso se vaya a perder», reflexionaba. Araña el alma tomar conciencia de que algún día «todo lo hermoso y todo lo valioso se perderá, se olvidará o se desdibujará».
Y el miedo a que esos instantes de la vida se evaporen empujó a Beades a escribir un poema «que se convierte en una plegaria porque el único que puede hacer que lo valioso no se marchite es Dios», recordaba. «Solo es caduco lo que no es de Dios, con lo cual yo estoy apelando a la eternidad y pidiéndole que mantenga vivo aquello que está en el centro de la amistad y de las emociones, la belleza de la juventud».
Una belleza que él refleja con palabras sencillas, ya lo decía el acta del jurado: «La gran poesía hace especiales las palabras de todos los días». Tiene razón, Jesús hace mucho con poco, sin olvidarse de que él aprendió a escribir «con palabras comunes», dejando atrás los vocablos «arcaicos, que te sacan de los poemas porque resultan demasiado llamativos o pedantes». Es mejor la sencillez y tener como referentes a genios como el asturiano Víctor Botas, quien le enseñó «la coloquialidad y un humor a veces ácido», que da lugar a la mezcla perfecta. «Para muchos amigos poetas fue muy importante esa unión que hace Botas de cultura clásica, humor y experiencia».
Son rasgos de los que Beades lleva años empapándose, sin ver como enemigos la tecnología y el futuro. «Hoy en día mantengo conversaciones larguísimas con amigos que están fuera, gracias al Whats App», confesaba. «Nos mandamos largas tiradas de audios que se parecen mucho a las cartas que escribíamos antes» y que dejan ver que todos seguimos aspirando a congelar las mejores conversaciones para volver algún día a ellas a refugiarnos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión