Javier Rodríguez, dibujante y ganador de un premio Eisner: «El cómic vive un momento espectacular»
El flamante ganador de un premio Eisner trabaja desde Gijón para el mundo entero dibujando y dando color a súperhéroes y otros personajes
De Gijón al mundo entero. Javier Rodríguez, dibujante asturiano que ha conquistado cumbres tan altas como Marvel y DC Comics, acaba de ... ganar un premio Eisner, que se entregaron la pasada semana en San Diego (EE UU). Es tocar el cielo del mundo del cómic este premio que está considerado como una suerte de Oscar de este arte en alza continua.
–¿Qué significa este galardón?
–Es un premio que se da a una obra concreta al año siguiente de su publicación, pero como es tan importante y es tan difícil que te caiga uno, es un poco un reconocimiento a toda una carrera. Cuando llevas tantos años como yo, vale el doble, es confirmar todo un trabajo y un desarrollo profesional.
–De 'Zatanna', la obra ganadora, dicen que es «la obra más completa a nivel gráfico» de las que usted ha hecho.
–Yo siempre digo que el mejor trabajo es con el que estás ahora, pero este en concreto fue un cambio, me pilló en un momento que empecé a colaborar más fuerte con DC Comics, yo había estado muchos años en Marvel al cien por cien, y esto fue pasar a la competencia. Fue el primer proyecto grande que hice con ellos, había hecho historietas cortas, había hecho Superman, que estuvo muy bien, pero este fue el primero que iba a ser redondo. Es un libro que puedes regalar a quien quieras sin que sepa nada de superhéroes o personajes, es una historia autoconclusiva. Es una libro importante, había que ponerlo todo, eso hice y se recompensó al final.
–Obra de autor total.
–Sí, pero trabajo con Mariko Tamaki, una guionista canadiense buenísima, que ya ganó el año anterior ese premio con una obra suya más personal. Tuvimos la suerte de tener una editora espectacular. Es un trabajo en equipo. Se premió a la colección. Yo estaba nominado como dibujante también, pero ese no lo gané, había una competencia brutal. De no estar nunca nominado y de pronto tener tres y ganar uno... Es la hostia.
–Hace alusión a Marvel o DC como si hablara de cualquier cosa y es el olimpo del cómic.
–Es que es donde puedes tener una carrera profesional. Las cosas son así. Lo que más me gusta de todo es que llegas a una inmensidad de lectores en todo el mundo. Te das cuenta de que te van a leer en Brasil, Australia, la audiencia es mundial y es una pasada probar lenguajes y recursos narrativos para personas que no hablan tu idioma. Es muy guay. A mí me encanta.
–¿Ha sido muy difícil llegar hasta ahí?
–En mi caso es como la canción de AC/DC: «It's a long way to the top if you wanna rock 'n' roll». Me lo tuve que currar. Fue un camino larguísimo desde que empecé de chaval autopublicándome hasta tener una carrera consolidada en un oficio como este. En los oficios creativos hay que trabajárselo.
–¿Ha sido un placer supongo?
–Lo que más valoro de mi trabajo es que es muy exigente, muy duro, pero cada vez que me pongo a hacerlo me siento genial.
–¿Ha cambiado mucho la forma de trabajar desde que empezó a ahora?
–Hay cosas que no cambian en una disciplina artística narrativa. Un verde y un rojo combinan igual al óleo que en una pantalla de ordenador, lo que cambian son las técnicas. La tecnología ayuda para un trabajo como el que tengo yo, que es con EE UU. Significa poder comunicarte, tener una conversación. El otro día estuve toda la tarde hablando con mi guionista, que vive en Brooklyn, y es una pasada poder hacerlo como si estuviéramos al lado. Se nos olvida, pero hace diez años era complicado.
–O sea, que se puede triunfar en EE UU desde Gijón.
–Claro. Estamos en un momento globalizado. Yo animo a los chavales y les digo que la única barrera son ellos mismos, que ya no hay barreras geográficas, se puede trabajar a distancia.
–Es un trabajo solitario, además.
–Sí. Y que exige una disciplina brutal.
–Hábleme del nuevo proyecto en el que está trabajando, 'Absolute Martian, Manhunter'.
–El detective marciano se traduce aquí. Lo que estamos haciendo es una reinterpretación de un personaje clásico de DC Comics. Es una revisión total, solo se queda el nombre. Iban a ser solo seis números pero se ha prorrogado a doce y puede que vaya a más. Estoy trabajando con Deniz Camp, un guionista que va a ser muy grande. Este cómic está funcionando muy bien sobre todo con lectores muy jóvenes. Hay un feedback alucinante.
–Ha dibujado a personajes icónicos del cómic. ¿Cómo es enfrentarse a eso?
–Hay sensaciones encontradas. Con personajes como Spiderman o Superman lo que te pasa es que cuando los empiezas a dibujar te das cuenta de que es como si los hubieras diseñado tú. Son arquetipos, son iconos y los tienes como si fueran parte de tu caligrafía. Hace cinco años hice la 'Historia del universo Marvel', que fue un proyecto súper ambicioso, era un librazo que contaba toda la historia de esos personajes, te diría que tuve que dibujar el 95% de Marvel y fue como hacer la mili.
–¿Qué momento vive el cómic?
–Vive un momento espectacular. Hay más gente que nunca dibujando, hay más editoriales que nunca, se publica mejor que nunca. Pero pasa como con todas las disciplinas: ¿quién vive de ser poeta? ¿Quién vive de ser escritor? Y eso no significa que no haya poesía o que no haya escritura. Una de las cosas guays del cómic es que es barato, te produce mucha satisfacción por poco dinero. Tienes un objeto precioso, de calidad, por cuatro duros. Y si luego la historia o las imágenes te tocan la fibra sensible, es una gozada. Es algo muy especial.
–Algún proyecto.
–Me copa todo el proyecto en el que estoy. Tengo para los siguientes dos años.
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