José Armas: «Es radicalmente falso que el Ayuntamiento intentara negociar conmigo»

«Es radicalmente falso que el Ayuntamiento intentara negociar conmigo», aseguró ayer, durante una rueda de prensa, José Armas, el organizador del Festival Internacional de Magia de Gijón que, este año, ha sido cancelado. Según cuenta el ilusionista, la única opción que le dieron pasaba por poner en marcha la tradicional cita navideña sin ayudas del consistorio. «Solamente me ofrecieron reducir al 100% el presupuesto municipal. Pero les dije que era inviable porque casi todos los espectáculos eran gratis-en la calle y en los centros municipales- y me dijeron que entonces suprimiera esas actividades y que hiciera una gala a taquilla en el Teatro Jovellanos», explicó.

Armas no alcanza a entender las razones que llevan al Ayuntamiento a no querer celebrar este festival y cree que únicamente se basan en motivos «subjetivos y programáticos del equipo de gobierno». Pese a que Divertia asegura que tenía pensadas alternativas para esas fechas, el ilusionista no acaba de creérselo. «No tenían previstas otras opciones, si las tienen, que las concreten», les retaba.

Otra de las justificaciones que esgrimió el equipo municipal para la cancelación fue su objetivo de llegar a nuevos públicos con otro tipo de programación. «La magia ya llegaba a todas las audiencias, que me digan entonces a quién quieren llegar», señaló. Además, el promotor incide en que su festival no es incompatible con desarrollar ninguna otra propuesta. «Somos de lo que menos cuesta. Dicen que recibíamos más de lo que generábamos y teniendo en cuenta que el 70% de lo que organizábamos era gratuito, es normal», indicaba.

Para él, la peor parte se la llevan los ciudadanos de Gijón que durante nueve ediciones respaldaron esta cita. «Siempre tuve propuestas de otras ciudades españolas, pero, para mí, era un orgullo hacerlo en mi tierra», aseguraba. «El año que viene, el festival seguirá existiendo, la pena es que el gobierno y la gerente de Divertia, Lara Martínez, lo hayan expulsado de esta ciudad», zanjaba Armas.