«El éxito es escribir algo que me merezca la pena y tener un puñado de lectores»
José Luis García Martín publica 'No sabe, no contesta', la nueva entrega del diario que ofrece cada domingo en EL COMERCIO
Fiel y obstinado en sus costumbres, José Luis García Martín (Aldeanueva del Camino, 1950) lleva desde 1989 cumpliendo con la de publicar reunido en sucesivas ... entregas su diario. Son las anotaciones que los lectores de EL COMERCIO pueden seguir cada domingo y en las que su autor, a través del detalle revelador o la opinión impertinente sobre los más variados asuntos, raramente consigue dejar indiferente a nadie. Esta semana presentaba en la librería Kafka & Co., mano a mano con su amigo Xuan Bello, la última entrega de sus diarios: 'No sabe, no contesta' (Renacimiento), un volumen en el que está bien presente su intención de que cada tomo de la serie responda al mandato del heterónimo pessoano Ricardo Reis de «ser todo en cada cosa que hagas». Así lo explicaba ayer el propio escritor al otro lado del teléfono, mientras paseaba al sol de una mañana entre vivos y muertos. «Mi idea es que en cada libro esté mi visión del mundo, unas estructuras que van cambiando según cambia el mundo, pero cada uno es completo. Como la vida de una persona que en cada etapa está entera».
Para esos cómplices fortuitos que pueden llegar al nuevo volumen sin haber leído anteriores entregas, García Martín apuntaba las dos maneras en que puede leerse: «De principio a fin, como una novela, hay un hilo de continuidad que es la historia de los cambios que van pasando en la realidad y en uno mismo, pero también puede ser leído capítulo a capítulo o parte a parte, como uno de esos 'libros de horas' que abrías por cualquier sitio, leías. Junto a ello está la historia hilada del tiempo que pasa».
Sobre la cercanía entre ese momento y el de la escritura, el autor de 'No sabe, no contesta' la defiende como esencia del género: «Frente a las novelas o las memorias, los diarios son la escritura del día a día, lo que ocurre es que la mayoría de los autores por su publicación tardía se permiten hacer trampa. Es decir, si tú escribiste de tal político, del que se ha hablado mucho estos días, que eras un gran admirador suyo, si eres de esos que se dejan llevar por las veleidades cuando lo publicas, eso lo tachas. A mí lo póstumo no me interesa ni dilatar mucho el tiempo. Desde el principio 'Días de 1989', que es mi primer diario se publica ese mismo año. Pocos cambios podía haber». Ahora, asegura, para cumplir ese propósito, «tengo la oportunidad de poder aprovecharme de todas las posibilidades de publicación que tiene un escritor: en la red, digitalmente, lo más abierto y donde cabría literalmente todo; luego, en la prensa periódica, abierto también a cualquier lector casual y donde ya se depende de la colaboración ajena, de que alguien se interese por lo que haces: en mi caso, tengo la suerte de esa acogida en EL COMERCIO; y finalmente, el libro, un filtro al que llega ya quien está interesado realmente en su lectura, hasta el punto de comprarlo».
Cuando se le pregunta a García Martín si esa amplitud de las posibilidades de publicación en distintos medios ha influido también en el enfoque con el que han evolucionado sus propios diarios desde los primeros que reunió, recurre a un símil del campo de la lidia: «Aunque no soy taurino, si el escritor es el torero y el toro la realidad, lo que han ido cambiando han sido los toros, también el torero, por tanto el espectáculo, los libros, son diferentes». Entre esos rasgos distintos que han ido adquiriendo sus diarios, menciona uno de los que en su día más los caracterizaron, el de su mirada vitriólica al mundillo de las letras: «En los primeros me interesaba sobre todo la literatura, la historia literaria, hay mucho protagonismo de escritores, congresos, etc. Y eso ahora no me interesa nada, me interesa la historia a secas, la del mundo y las cosas que pasan en él. La literatura sigue centrando mi atención y los escritores, pero no los de esta época que me parecen una gente sin ningún interés», expresa.
La opinión sobre asuntos políticos, parece haber ido ganando presencia en unas anotaciones que ven la luz por vez primera en las páginas de nuestro periódico, aunque el escritor matiza que «sobre eso distingo entre la política de la que se habla cada día: 'Feijóo ha dicho esto, Sánchez lo otro', de lo que son acontecimientos políticos que hacen historia, de manera que yo no puedo dejar de opinar, de lo que ha sido el 'procés' catalán, porque son episodios de la historia de España». En ese terreno, García Martín, parece encontrar el terreno abonado para uno de los deportes favoritos que le atribuyen sus más fieles detractores, el de llevar la contraria y querer tener razón. «No la tengo siempre, aunque trato de tenerla», replica con humor para añadir que «lo que sí me gusta es llevar la contraria a la histeria colectiva y cuando los periódicos de derecha y de izquierda coinciden en algo, malo».
En 'No sabe, no contesta', hay espacio también para otro de sus temas favoritos, el del éxito literario: «La vida del escritor es como la normal, en la que uno va escogiendo, yo escogí mi camino que no es el que lleva a grandes premios ni a la Academia ni a la medalla de Asturias cuando seas viejo, esas no son las cosas que me interesan. Mi idea del éxito es escribir algo que merezca la pena, tener quien lo publique y un puñado de lectores que lo aprecien», zanja.
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