El Bach íntimo y sereno de Andrea Marcon
La Cetra Barockorchester & Vokalensemble Basel interpreta en el Auditorio Príncipe Felipe la ‘Pasión según San Juan’
RAMÓN AVELLO
OVIEDO.
Martes, 19 de marzo 2024, 01:00
Desde las notas que ayer escuchamos en el Auditorio de la ‘Pasión según San Juan’, tres siglos nos contemplan. En abril de 1724 se interpretó ... esta obra en Santo Tomás de Leipzig, ciudad que había contratado un año antes a Bach como cantor y director musical. Bach escribió cinco pasiones, de las que se conservan íntegramente dos, la de San Mateo, que tras su interpretación por Mendelssohn en el siglo XIX impulsó la recuperación de Bach, y la de San Juan, menos conocida que la anterior, pero equiparable en musicalidad, emoción y espiritualidad. La ‘Pasión según San Juan’ tiene menos arias, pero más coros que la de San Mateo. Las fuentes literarias, además de los textos evangélicos, son más imprecisos en San Juan que en San Mateo. Lo que no resta méritos para que estemos ante una de las cimas de la música religiosa de Bach. Ayer, en el Auditorio, Andrea Marcon, renombrado clavecinista y director, al frente del conjunto suizo La Cetra, grupo que dirige desde hace quince años, y el conjunto vocal de Basel, formado por cantantes procedentes de la Schola Cantorum de Basilea, nos ofrecieron una versión eterna ymonumental, aunque muy humana, de ‘La Pasión según San Juan’. Fueron sus solistas el tenor Jakob Pilgram, como el evangelista que narra la Pasión; Christiam Wagner, en el papel de Jesús, el bajo Guglielmo Buonsanti como Pedro, la contralto Sara Mingardo, la soprano Shira Pacthornik, el tenor Mirko Ludwid y el barítono Francesco Ortega.
La Cetra Barockorchester Basel toma el nombre del conjunto de doce conciertos titulados ‘La Cetra’, la cítara, de Vivaldi. Los criterios interpretativos de ‘La Cetra’ se encuadran dentro de las recuperaciones históricas de la música del pasado. En otras palabras, interpretar la música del barroco con instrumentos de época, afinación algo más grave y criterios estilísticos rigurosos propios del barroco. A ello, se le une cierta frescura y libertad expresiva impulsada por su director titular Andrea Marcon. En Asturias Andrea dirigió ya hace trece o catorce años a la OSPA en la temporada de ópera, en una gran versión, finamente estilizada, de ‘Ariodante’, de Haendel. Marcon une rigor histórico y flexibilidad. Tiende a ralentizar los tiempos, especialmente en el tercer acto después de ‘consummatum est’. Eso le resta un poco de contraste y vitalidad. Sin embargo, consigue un empaste y una homogeneidad sonora exquisita.
El Coro del Ensemble Coral de Basel es el protagonista central de la ‘Pasión según San Juan’. Como en otras obras barrocas, el coro posee dos vertientes interpretativas. La primera es la de la turba, el pueblo judío acusador que condena a Cristo. La segunda, los corales serenos y meditativos propios de la tradición luterana. En ambas tipologías consigue con cuatro cantantes en cada cuerda unos efectos sonoros muy frescos y con cierta contundencia, especialmente en sopranos y bajos.
De los solistas, destacamos en primer lugar a Jakob Pilgram como el evangelista. Este tenor húngaro hizo una interpretación expresiva muy clara, con una dicción perfecta y un sentido del drama siempre a flor de piel. Destacamos también a la contralto Sara Mingardo, una voz muy aterciopelada, con un timbre sugerente, que interpretó el aria más bello de la obra, en la que dice que todo se ha terminado, acompañada por la viola da gamba y el archilaúd.
También hizo un papel muy correcto y delicado la soprano judía Shira Patchhornik, con un timbre muy limpio y una buena voz. Por último, destacamos al barítono Francesco Ortega, un Pilatos de contundencia vocal. ‘La pasión según San Juan’ fue intimista, delicada, poco pasional, poco contrastante, pero de una buena calidad narrativa. El público numeroso, pero no tanto como en otros conciertos, aplaudió largamente a los intérpretes de este concierto de Semana Santa.
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