«El año pasado la Semana Negra fue de resistencia y este regresa al combate»
Ángel de la Calle, Director de la Semana Negra ·
«El pulpo, las librerías, la gente acercándose a los escritores, la vida, el ambiente... Todo eso es nuestro filón. ¿Volverá en el año 2022? Ojalá»M. F. ANTUÑA
GIJÓN.
Domingo, 13 de junio 2021, 01:11
Ángel de la Calle está en capilla. Y contento, entusiasmado con la Semana Negra (del 9 al 18 de julio) que está por llegar, aunque ... con la tristeza de no tener esa mezcla de pulpo y literatura, porque faltan el tren, la noria y, sobre todo, el contacto directo entre autores y lectores.
-Año 2 de la pandemia. ¿La experiencia es un grado?
-Sí, pero como es la Semana Negra no sirve para nada, porque volvemos a empezar en otro sitio, otra forma y otro lugar. La idea del año pasado era la resistencia, pero este año ya tiene que ser el combate. Es decir, salir a la calle, porque es básicamente un festival de calle. La propuesta es volver clonando la tercera edición en lo posible y el puerto deportivo nos parecía el lugar idóneo. Como es un escaparate turístico de la ciudad, quisimos hacerla allí, pero no imaginábamos que era tan complicado.
-¿Por qué esa complicación si el espacio ya es conocido?
-Era 1991. Entonces la ciudad era otra. El edificio del puerto deportivo no tenía el restaurante, recuerdo que hicimos un set de televisión allí, teníamos la exposición en el Barjola... Queríamos hacer un poco eso, pero ha cambiado tanto urbanísticamente la ciudad que no es fácil. El lugar es maravilloso, un sitio emblemático, así que, pase lo que pase, lo resolveremos.
-Quieren hacer una versión mini.
-Vamos a tener las señas de identidad de la Semana. No va a haber ferial ni cuarenta bares ni veinte restaurantes, pero habrá lo que se pueda, igual dos bares, dos restaurantes. Y feria del libro, en este caso con las treinta y tantas librerías habituales, una parte de mercadillo, de artesanía.
-Eso les obliga a elegir.
-Sí. Lo haremos por antigüedad.
-O sea, que habrá de todo menos la noria.
-Y los conciertos, en acústico, que serán en el interior de la carpa, retransmitidos a todo el mundo 'online'.
-¿Los cambios en la normativas permitirán más actividad?
-Es complicado por el espacio. Por mucho que mejore y por muy optimistas que seamos, tenemos que ser precavidos. Y eso lo vuelve todo complicado y costoso.
-Pero lo importante es que toda la actividad será presencial.
-El año pasado la idea era hacer una parte presencial y otra telemática, porque nadie podía venir del extranjero a España. Pero este año todo será presencial, no va a haber pantallas. Me acaba de escribir Ernesto Mallo, que se rompió la mano y no puede venir. Me comentaba que lo podía hacer telemático y le dije: «No, otro te va a sustituir».
-¿Las entradas se obtendrán por internet?
-No lo sé, yo apuesto por telemáticas casi seguro. Ahora mismo no hay otra opción, porque, además, por orden de llegada acumularíamos gente. Pero de aquí a entonces no se sabe. En todo caso, ganaremos aforo respecto al año pasado, vamos a aprovechar las carpas al máximo. Entrarán mínimo cien personas.
-Y se mantiene la retransmisión en directo.
-Lo vamos a retransmitir todo. Y supongo que eso se va a quedar para siempre. Es que, además, la gente se quejaba de que el año pasado solo emitimos una parte. Hay dos espacios y solo se puede dar en directo lo que ocurre en uno, pero lo que haremos este año es grabarlo y emitir después la segunda parte. Hay organismos, instituciones, periódicos que se conectan cuando está pasando lo de su país. La audiencia 'online' del año pasado nos dejó flipados.
-Creo que se están quitando a los escritores de encima.
-Tampoco es eso. Pero han salido los libros que salen en esta época del año y las posibilidades para las editoriales de sacar al autor fuera de la pantalla son escasas. Y, tras el éxito del año pasado, que hicimos el primer festival presencial del mundo, quieren venir. Pero tenemos dos carpas y la selección es complicada. Se acaba de caer Mallo y ya hay otro autor más mediático que va a estar ese día.
-¿Pero han tenido que decir muchos noes?
-Claro. Pero qué vas a hacer.
-¿Cuántos autores finalmente y cuántos internacionales?
-Unos 150 aproximadamente. Y habrá de Argentina, México, Colombia, Serbia, Italia, Francia... Pero David Peace venía de Japón y no le dejan salir por el virus indio.
-¿Cómo es la cosecha literaria del año de la pandemia?
-Son libros del año pasado y no se nota la pandemia todavía. De todas formas, la literatura no es como el periodismo, necesita tiempo. La verdad es que no sé cómo va a afectar.
-Primera vez que se hace un prólogo, y menudo prólogo, con Leonardo Padura y el Jovellanos lleno.
-Padura iba a ser un fin de fiesta, iba a venir el 17, y ha sido un principio de fiesta. Íbamos a hacerlo en la Escuela de Comercio, pero se quedaba pequeña, y a mí el Jovellanos me parecía muy grande. Pero se agotaron las 250 entradas para el público más las que nos habían facilitado a nosotros. El jueves se anunció y el viernes quedaban ochenta entradas.
-Del prólogo nos vamos al 9 de julio. No hay tren, ¿qué habrá?
-Pues mire, como no hay tren, vamos a hacer una charla inaugural a cargo de Carlos Bardem, que presenta 'El asesino inconformista'. El primer día solo hay actos de representación y el corte de cinta, así que hemos añadido esa charla. Se viene el primer día porque al siguiente se va a Colombia para reanudar el rodaje de la serie que está haciendo con Spielberg.
-Es novedad de este año que hay una comunidad autónoma destacada.
-Sí, Euskadi. Son tantos los escritores que están haciendo unas obras muy buenas que decidimos hacerlo así.
-Una vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz. Eso también es nuevo.
-Que conste que solo era ministra de Trabajo cuando lo cerramos. Esto lo hacemos en colaboración con la Sociedad Cultural Gesto, otro de nuestros colaboradores locales.
-Es un puntazo.
-La parte social es importante para nosotros. También está Unai Sordo, que viene a presentar el libro que hicieron con Manuel Rivas. Siempre es importante que venga este tipo de gente. El festival tiene un prestigio y quieren participar. Yolanda Díaz estará en un conversatorio con Esteban Hernández y Enric Juliana.
-El cómic, ¿qué?
-Volvemos al Barjola. Es un sitio ideal. Vamos a hacer una exposición y un libro importantes. Es el año 21 del siglo XXI y queríamos hablar de qué se hizo diferente en el cómic en este tiempo, y lo haremos con aportaciones muy dispares.
-¿En 2022 volveremos a ver la noria?
-Ojalá. Yo el año pasado cuando acabó la Semana Negra, con cero contagios en Asturias, hubiera pensado que podría haber noria este. La lógica debería ser esa, pero no lo sé.
-¿Usted qué echa de menos?
-Todo. No es lo mismo llegar y ver a la gente montado los chiringuitos... Era la vida. Ibas con un autor americano y veía la pulpería, las librerías, la gente que se le acercaba. Alucinaba. Y esto es Gijón. Una vez se nos perdió un alemán que no hablaba español y alguien lo encontró y lo llevó para la Semana Negra. Eso es lo bueno. Por eso los autores quieren venir. Petros Márkaris, con 84 años, viene encantado. A los escritores les gusta el ambiente. No es meterse en la universidad a dar una charla, es toda esa vida en torno al libro. Ese es el filón de la Semana.
-¿Ya está esperando críticas por el asunto de todos los años, la subvención?
-Yo respondo a críticas culturales, de la programación, o de «a las nueve de la mañana sacáis las entradas y a las nueve y cuarto no hay», pero a críticas políticas, no.
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