«Las peticiones de ayudas al retorno de los asturianos en Venezuela se han disparado»
Además de la memoria, la otra gran 'pata' de la Dirección General que lidera Begoña Serrano es la emigración, un terreno que domina, porque fue su primer gran cometido.
–¿Cómo están las cosas en los centros asturianos?
–Ahora mismo, Argentina está muy mal, con el agravante de que no hemos sacado todavía las ayudas sociales. Corren una prisa terrible, pero no las podemos abrir porque, como la gente no puede salir de casa, tenemos miedo de que concluya el plazo y no puedan mandar los papeles. Allí es donde tenemos al grueso de nuestros emigrantes. Un país que ya estaba al borde del colapso económico cuando estalló la crisis sanitaria y donde ahora llevan cuatro meses con los negocios cerrados. Económicamente, es un desastre total.
–¿Hay muchas peticiones de ayudas para retornar?
–El aluvión del retorno viene de Venezuela y las peticiones de ayudas al retorno se han disparado. Suponían entre 25.000 y 30.000 euros al año y ahora estamos en más de 100.000. Y es todo por Venezuela, donde a la gente mayor les merece la pena dejarlo todo allí y regresar porque no pueden pagar la sanidad. Nosotros pagamos su sanidad en una entidad sin ánimo de lucro a los que están en peor situación y a los mayores de 65 años. Estábamos pagando 65.000 euros y este año el convenio es de 200.000 para dar tarjetas de alimentación y sanidad a los mayores de 65 años sin recursos y, además, hay que dejar una partida para gente que tenga una situación de vida o muerte. Cuando estuve allí, conocí a un señor venezolano al que se le acababa la pila del marcapasos y le pedían 10.000 dólares para cambiársela. No los tenía y se moría.
