«En los teatros se respira estos días un agradecimiento mutuo muy bonito»
Laia Marull Actriz ·
La ganadora de tres Goya llega mañana al Palacio Valdés metida en la piel de la Mariana Pineda a la que dio voz y emoción Federico García LorcaM. F. ANTUÑA
GIJÓN.
Jueves, 29 de octubre 2020, 00:10
Vive centrada en el teatro esta actriz multipremiada en el cine (tiene tres Goya) y habitual de la tele, de voz dulce y pausada y mirada expresiva y limpia. Laia Marull (Barcelona, 1973) llega a Avilés el viernes con 'Mariana Pineda', el texto de Federico García Lorca con versión y dirección de Rafael Hernández-Simón.
-Ha dicho que con esta función abre el corazón cada noche. ¿Cómo se hace eso?
-No sé. Encarnando a otros personajes es más fácil. Es difícil describirlo, te ofreces a las palabras de Lorca, a lo que le está pasando el personaje. Hay una abstracción que te lleva a poder hacerlo.
-¿Pero duele el corazón propio o solo el fingido?
-No es fácil de explicar. De alguna manera estás tú presente cuando actúas, pero a través de los personajes puedes ser capaz de abrirte más.
-¿Y por eso los actores pueden actuar hasta con 39 de fiebre?
-Sí, es verdad, es la energía que da el escenario, la adrenalina que te ayuda a superar cualquier cosa.
-¿Se vive una sensación de doble personalidad?
-No. No estás batallando entre dos personalidades, la tuya está al servicio de la del personaje, esa abstracción es muy real y en ella es donde conectas con el público. Cuando estás trabajando con emociones y sentimientos es cuando conectas con los demás.
-¿Qué huella le deja?
-Lo sabré más tarde. Pero sí, el motor de esta mujer es muy fuerte y remueve por dentro.
-Háblenos de Mariana.
-Es un personaje que Lorca quería muchísimo. Amaba la leyenda de este personaje y él le dio la emoción que necesitaba para expresarse. Es política y lucha por un mundo mejor en un ambiente totalitario y absolutista, pero al mismo tiempo, el amor es el motor que la lleva a buscar esa libertad. Después se encuentra en la tesitura de si apuesta por eso en lo que cree o no y ella irá hasta el final. Con un ser consecuente, uno siente y piensa. Por eso poder hacer un personaje así, con las palabras de Lorca y poniendo toda la carne al asador, es muy importante en mi carrera.
-¿Es un subidón cuando recibe la llamada con un papel así?
-Sí. La verdad es que muchas veces cuando te ofrecen personajes complicados hay una doble cuestión: por un lado, te mueres de ganas de hacerlo, y, por otro, te rajarías y te entran todos los miedos. Pero al final la obra te exige y sale sola.
-¿Usted es de estómago o de trabajárselo con mucho estudio?
-Soy más de estómago y de intuición, pero sí que le doy mil vueltas, no lo dejo todo al azar de la intuición, de alguna manera hay un poso casi siempre detrás, de estudiar, de mirar, de rebuscar en las palabras que dice... Pero voy muy a impulso, intento dejarlo fluir y lo que va saliendo me ayuda a encontrar el camino.
-Es teatro con Lorca pero es un personaje real, que estuvo ahí. ¿Eso lo complica todo?
-Eso lo hace más potente. Porque Mariana Pineda estuvo ahí y el autor, también. El texto tiene una reivindicación muy especial, son dos personas que lucharon por lo que creían y no dejaron de hacer lo que creían para salvar sus vidas. Y eso es muy fuerte.
-Amor, libertad, lealtad... ¿Muy bien traído para el hoy?
-Importantísimo. Da la sensación de que vivimos en un mundo de sensacionalismo. Por eso ver a un personaje consecuente que aunque sufra decide no traicionarse a sí mismo es importante en un mundo de 'donde digo digo digo Diego' y me quedo tan ancho.
-¿Y en tiempos de pandemia?
-En tiempos de pandemia hay cosas que son de vergüenza, como que no podamos tener la energía puesta en solucionar el problema en lugar de jugar políticamente.
-La función arrancó antes de la pandemia y volvió después. ¿Cómo fue la vuelta?
-Brutal. El hecho de tener gente en un teatro era muy bonito, era una necesidad para el público y para nosotros. Hay un agradecimiento mutuo muy bonito que se respira estos días. Además la gente que decide ir al teatro es por necesidad pura y dura. Noto que es un momento en que estamos muy solos, muy en casa, sin poder ver a nuestros seres queridos y la sensación de comunidad que se crea en un teatro es muy importante.
-Pero la situación es grave para el sector. ¿Qué va a pasar?
-Ahora estamos salvando los muebles. Cuando te emocionas porque has hecho dos bolos, viene el zasca. Está muy jodido en todos los sectores, a mí me da la sensación de que llegamos tarde todo el rato y todo depende de nosotros. Nos espera una época durísima.
-Está centradísima en el teatro. ¿Por qué, con las alegrías que le da a usted el audiovisual?
-Primero, porque a veces son difíciles de compaginar, si te pones con una obra como 'Mariana Pineda' es difícil hacer otra cosa, y luego todo depende de las ofertas.
-Pues mire que las series españolas viven un gran momento.
-Sí. Por un lado me parece maravilloso que haya esta oferta y otras veces me dan miedo ciertos monopolios de la industria.
-¿Se comerá la tele al cine?
-Esperemos que no. Siempre resiste. Pero veo más fácil que resista el teatro, el cine está ahora en un momento complicado.