El talento que cuidaba cabras y soñaba con asaltar la historia
Kelvin Kiptum, el icono del maratón, muerto en accidente de tráfico, era el elegido para ser el primero en bajar de las dos horas en los 42 kilómetros
I. ASENJO
MADRID.
Martes, 13 de febrero 2024, 01:12
«Hacíamos sesiones de cuesta en el bosque cerca de su casa. Él era pequeño, pero nos seguía, descalzo, después de cuidar de las cabras ... y las ovejas». El ruandés Gervais Hakizimana, hombre a la sombra del 'recordman' Kelvin Kiptum, contó que conoció en 2013 al corredor africano mientras entrenaba en la zona de Eldoret, en la región keniana del Gran Valle del Rift, a 2.500 metros de altitud. Allí se vieron por primera y por última vez después de que ambos encontraran la muerte en la carretera donde el atleta, que soñaba con el oro olímpico de París y bajar de las dos horas en la prueba de maratón, corría más de 250 kilómetros semanales. El Toyota que conducía el plusmarquista mundial a las afueras de Kaptagat se salió de la autopista, se golpeó contra un árbol y acabó en una zanja.
El nuevo icono de la distancia de Filípides estaba destinado a ser el primer hombre en bajar de las dos horas en la prueba de los 42 kilómetros. Su muerte deja huérfano el duelo que iban a disputar sobre el asfalto francés el corredor keniano con su compatriota Eliud Kipchoge, de 38 años, en el maratón de los Juegos. Dos estilos y atletas diferentes con una misma pasión y un mismo reto: hacer kilómetros y entrar en el libro de oro del atletismo con las dos horas como barrera.
Su adiós pone fin a una corta trayectoria deportiva. Comenzó su idilio con el atletismo en 2016. Solo tres años más tarde ganó dos medias maratones en 15 días con tiempos asombrosos para su corta experiencia: 60:48 en Copenhague y 59:53 en Belfort. El atleta, de 24 años, tan solo había corrido tres maratones. Todos los ganó. Debutó en Valencia, en diciembre de 2022, con el crono más rápido de la historia para un debutante en la carrera (2h.01:53) y después, ya en 2023, ganó primero en Londres para confirmarse con 2h01:25. Nadie había corrido tan rápido nunca alrededor del Támesis. Y ya el 8 de octubre batió el récord mundial de la distancia con 2h00:35 en Chicago, arrebatando la anterior plusmarca a Kipchoge, Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2023.
«En 2020 la pandemia me encerró en Kenia y le entrené en el bosque. Corrí con él y luego empezamos un programa de maratón en 2021», explicó en una entrevista Hakizimana, en la que ahondó que lejos de cualquier planificación alimenticia rebuscada, el maratonista más rápido del planeta se alimentaba de productos sencillos: pan casero, frutas y verduras locales, té de Kenia, carne magra y el ugali, una papilla hecha con harina de maíz.
Jamás corría al 100% en los entrenamientos, nunca sintió sufrimiento en una maratón y promediaba 250 y 300 kilómetros a la semana, cuando los estándares actuales consideran un máximo de 230 para evitar lesiones. El africano tenía toda la temporada programada para asaltar el récord y el oro de los Juegos. A la historia no le queda otra que esperar.
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