Balón de oxígeno para el Alimerka Oviedo Baloncesto ante el Castelló

Dos de los triples que inauguraban el partido llevaban sello asturiano, pero no el del equipo de la capital, sino el del alero naviego Javi Menéndez, que se mostraba de dulce convirtiendo sus primeros lanzamientos para el Amics Castelló. Pero no solo él, sino que la salida de todos sus compañeros, con el base guipuzcoano Gaizka Maiza muy sereno a los mandos, fue ejemplar en el tiro, no fallando ninguno de los primeros ocho tiros de campo que efectuaron.

Una precisión de cirujano que pronto edificó diferencias a su favor (7-18, min. 5 1Q). Poco a poco se reconstruía en defensa el Alimerka Oviedo y comenzaba a carburar en ataque, diezmando la renta adversa, forzando el tiempo muerto rival tras un triple de Verplancken (20-22), concluyendo el cuarto el OCB solo cuatro puntos por detrás (20-24), que pudieron ser menos si el triple final de Loic Menuge no se hubiese salido de dentro.

Precisamente, ya en el segundo cuarto, el propio tirador francés se animó a ser el jugador que diese la vuelta al marcador con su éxito desde el perímetro (25-24), zanjando así el intento de escapada castellonense, si bien estos se resistían a ceder el mando y con la inspiración del veterano Faner lograban volver a mandar durante algunos minutos (27-30). Sin embargo, de nuevo Verplancken, consagrándose día a día como nuevo ídolo de Pumarín, mantenía a flote a su equipo, que ya no dejaría escapar a su presa y que con dos triples consecutivos del esloveno Dan Duscak se iba al frente al descanso (46-44).

Tras la reanudación, la contienda entró en una fase de alternancia con hasta siete cambios de dominio en el marcador a lo largo del tercer cuarto y una máxima renta del Alimerka Oviedo de seis puntos (52-46) merced a una canasta de, quien, si no, Verplancken. Se empataba a veintiún puntos el pulso mantenido en el tercer parcial (67-65), encomendándose los equipos a los últimos diez minutos que dictarían sentencia.

Después de cinco minutos de tira y afloja (76-73), un triple de Raúl Lobaco (76-79) sirvió de punto de inflexión, obligando a Frederic Castelló a solicitar tiempo muerto. Seis puntos de diferencia y mucho por jugarse, pero los visitantes ya no serían capaces de darle la vuelta. El Alimerka Oviedo daba un paso adelante, forzando pérdidas, faltas en ataque y cerrando muy bien el rebote. Un hiperactivo Ike Nweke, después de un fallo anterior y haber cometido unos pasos en una acción previa, sumaba dos puntos que valían oro (81-73), disparando la diferencia.

Por el contrario, el Amics Castelló veía cómo se le encogía la mano en el peor instante posible. Un triple de Jalen Tate (81-76) les hacía mantener un halo de esperanza, pero, que, al momento, se acabaría con una fantástica asistencia de Lobaco que Cosialls no desaprovechaba (83-76). Muy lúcido el OCB que veía aro con claridad en los minutos calientes y a la par hacía naufragar el ataque rival, mientras se deshojaba la margarita del tiempo restante, sonando la bocina final con un marcador de 87-76.

Golpe, pues, sobre la mesa del Alimerka, que amplia su brecha con el descenso a dos victorias con nueve jornadas aún por disputarse.