Borrar
Alexander Kristoff, ganador de la prueba en 2014.
La Milán-San Remo, la más larga de las clásicas, vuelve a la Vía Roma
italia

La Milán-San Remo, la más larga de las clásicas, vuelve a la Vía Roma

El noruego Alexander Kristoff defiende el título en la gran prueba para los esprinters

colpisa/afp

Sábado, 21 de marzo 2015, 16:09

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La Vía Roma, de nuevo meta de la Milán-San Remo, espera al vencedor el domingo por la tarde de la primera de las clásicas de la temporada, la más larga y una de las más disputadas. Nada garantiza al vigente ganador, el noruego Alexander Kristoff, por tanto favorito lógico, renovar su éxito cuando tome la salida para cubrir los 293 kilómetros de la "Classicissima". Sobre todo por ascenso y descenso del Poggio y los 750 metros de línea recta a meta en el corazón de la 'Ciudad de las Flores'.

La vuelta a la histórica Via Roma, tras siete ediciones que terminaban en el Lungomare Italo Calvino, ofrece una pequeña oportunidad a los valientes que decidan atacar. Al descender el Poggio, solo quedarán 2.350 metros para la línea de meta, 600 m menos que en años pasados, en una carrera que se decide por pequeños detalles. "Es la más fácil y la más difícil", resumió el eslovaco Peter Sagan, segundo hace dos años. "Es diferente a las otras clásicas porque nunca se sabe lo que puede pasar en el esprín". "Es la más fascinante", confirma el británico Mark Cavendish, vencedor en 2009. "Es la única clásica para nosotros, los esprinters".

La flor y nata del esprín (excepto Kittel), se encuentra en el pelotón de 25 equipos que saldrá de Milán. En cabeza, Kristoff de 27 años, que impresionó el años pasado pos su físico y lucidez mental. Doce meses más tarde vuelve con un mayor palmarés (dos etapas del Tour de Francia, por ejemplo), hasta el punto de ser el mayor favorito en la carrera.

El tiempo, factor clave

Para mantener el ritmo de las últimas subidas y resistir a la larga duración de la carrera (seis horas mínimo), los esprinters puros están en desventaja con corredores como Sagan. El alemán John Degenkolb, desafortunado el año pasado, el australiano Michael Matthews, y el francés Nacer Bouhanni, están impacientes por participar.

Para sus adversarios, la solución pasa por hacer de esta una carrera selectiva, y encontrar un hueco en las pendientes de la Cipressa y del Poggio, últimas ascensiones de la carrera. "Es difícil decir donde se debe atacar. Hay muchas posibilidades", dijo prudentemente el belga Greg Van Avermaet, cuyas posibilidades pasan por atacar antes del fin del recorrido. Otros candidatos como Gilbert, Stybar o el español Alejandro Valverde entran en el mismo registro. Y, por supuesto el campeón del mundo, el polaco Michal Kwiatkowski, cuyas cualidades en el descenso le predisponen a atacar en el Poggio, sobre todo si llueve como anuncian las previsiones.

"El tiempo va a ser el factor más importante", estimó el suizo Fabian Cancellara, apuesta segura en esta carrera. A sus 34 años, el suizo lleva cuatro podios seguidos (2º en 2011, 2012 y 2014, 3º en 2013) aunque solo ganó una vez (2008). Prueba de la extrema dificultad de esta prueba, la 'Clásica de las clásicas'.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios