Campanu 2020 | El dinero del campanu combatirá el cáncer infantil

Ante la ausencia de subastas como marca la tradición el primer día de la temporada, la venta del primer ejemplar de la temporada se hizo fundamentalmente por vía telefónica desde primera hora de la mañana. En esta ocasión, el móvil sustituyó a la tradicional puja que se celebra con numeroso público y gran expectación bien en el Monasterio de Cornellana o junto al Puente Romano de Cangas de Onís.

Íñigo Fernández Amantegui, pescador del campanu, tras una larga jornada de negociaciones a pie de río mientras seguía pescando con su cuadrilla, llegó a un acuerdo a última hora de la tarde para vender su excelente ejemplar de 5,305 kilos, echado a tierra en el Narcea.

Los restaurantes Sidrería el Bosque de Oviedo y El Bosque de Javita, propiedad de Diego Javita –tiene previsto compartirlo próximamente con sanitarios–, adquirieron el salmón por 2.000 euros, una cantidad muy inferior a los 10.000 que abonó él mismo el año pasado. Esta cantidad será donada a la Asociación Galbán para su lucha contra el cáncer infantil.

Amantegui pugnó porque «la cantidad hubiese sido mayor», aunque no lo logró, porque se trata de una causa solidaria «en unos momentos tan complicados como los que vivimos actualmente».

Por su parte, Josechu Fierros Mori, que sacó el campanu del Sella, contó con varias ofertas una vez que su salmón pasó el control por el centro de precintaje de Portazgo en Arriondas. Su ejemplar de 4,630 kilogramos, que pescó en el coto parcial de los Espigones de Triongo, fue adquirido finalmente por su tío José Manuel Mori Cuesta, 'el Marqués', que lo preparará hoy en el restaurante La Ría del Campanu de Ribadesella.

Josechu Fierros, tras varias propuestas de centros hosteleros de la región, optó porque el ejemplar se quede en casa. «El mejor escaparate es que se quede aquí, es un buen sitio para promocionar el salmón», dijo.

Mientras, Francisco Javier Rimada, natural de Sariego, optó por no vender el primer salmón de la temporada del Cares. Tras consultar con su cuadrilla, integrada por Arturo Suárez Rodríguez y Heliodoro Vigil Rimada, decidió por quedarse con la captura para disfrutarla en una comida familiar.