El Pasek Belenos se queda sin opciones en la despedida de Juan Aristemuño

Los avilesinos salieron conectados ante un conjunto vizcaíno que necesitó de veinte minutos para empezar a carburar. Un empate a diez pasado ese instante ponía en funcionamiento a una grada expectante que disfrutaba de un mediodía primaveral. Las bajas en la segunda línea de la delantera apenas se notaron hasta el último tramo de la primera manga.

El Gernika, más eficaz defensivamente, comenzó a apretar las clavijas en las melés anotando cada vez que cruzaba la divisoria. Los blanquiazules acusaron el golpe y salieron a flote de milagro en el intermedio con un 20 a 29 que dejaba todo a expensas de la reanudación. Culubret, por parte visitante, había anotado un par de ensayos clave que dejaban al Pasek Belenos contra las cuerdas.

Los vizcaínos salieron dispuestos de resolver por la vía rápida embotellando a los locales en su propia 22 durante un cuarto de hora, pero los blanquiazules, contra todo pronóstico, aguantaron el envite defendiendo como gato panza arriba. El tanteador no se movió hasta el minuto 60. En ese punto el Gernika hizo bueno su dominio anotando el 20-34 con el que el choque estaba ya prácticamente decidido.

Un nuevo ensayo visitante rompió la baraja definitivamente y ya todo se centró en los homenajes de despedida. Juan Aristemuño, Guayta y Migale dejarán el club tras una serie de años inolvidables para la afición local. Los últimos 15 minutos sobraron aunque sirvieron para deparar un toma y daca vistoso. El Gernika no es solo touche maul, sino que también cuenta con una tres cuartos incisiva con muy buenos cambios de ritmo por parte de Etxeandía o Nel.

Por su parte, el Pasek Belenos, para dejar buen sabor de boca a pesar de la derrota, realizó un par de buenos maules tras touche redondeando un tanteador final de 34-44 que, a buen seguro, será el último de esta campaña en el Muro de Zaro.

El equipo dirigido por Jesús Delgado viaja a Madrid el próximo sábado para cerrar el calendario liguero en un choque intrascendente para los avilesinos. Por delante queda todo un verano para reestructurar un equipo que competirá en el Grupo Élite además de en la Copa del Rey en el próximo ejercicio.

Antes del pitido final, Juan Aristemuño fue sustituido y el Muro de Zaro se puso patas arriba. El capitán negaba con la cabeza. No estaba de acuerdo con el cambio. Gratitud eterna desde Avilés al número 7.