Arcelor arranca las baterías de cok, una obra vital para la siderurgia de la región

La previsión es que hoy, a las 10 horas, se empiece a cargar la nueva batería, compuesta por otros 45 hornos, y que el viernes al mediodía se pueda producir el primer deshornado, según apuntan fuentes sindicales. La preocupación por el comportamiento de esta infraestructura es máxima. Llamada a garantizar la siderurgia integral en Asturias, a los retrasos acumulados, que impidieron que estuviera lista antes del cierre de las baterías de Avilés, que se apagaron a principios de octubre de 2019. se han sumado problemas de funcionamiento. De hecho, pocos días después del arranque de la primera batería, esta se tuvo que detener por fallos en la instalación que se encarga del lavado del gas.

Esta instalación, que prepara el combustible para los hornos altos, es fundamental en el proceso de producción del acero desde el mineral de hierro y se espera que con su funcionamiento a pleno rendimiento se puedan abaratar los costes de producción.

Además, igual que se aprovecha desde la semana pasada el gas de cok de la primera batería en el horno alto 'B', ahora el excedente de gas se empleará en los hornos de recalentamiento de semiproductos de los trenes de laminación de chapa gruesa y carril.

Esta noticia llega junto a otra positiva para la instalación. Tras meses en los que la plantilla fija se redujo ya a mínimos debido al ERTE y se prescindió de los temporales, la multinacional vuelve a contratar eventuales. Incorporará catorce, para recuperar un turno en el tren de alambrón a partir del próximo día 22.

A pesar de esta mejora en la demanda, la situación de las factorías sigue siendo compleja, y más aún la del segmento de largos, al que pertenece alambrón. y que lleva años en números rojos. Sin embargo, en ejercicios precedentes, el buen comportamiento de planos llegó a compensar las pérdidas, algo que ya no sucedió en 2019. En 2020, con la pandemia y el desplome brutal de la demanda y la producción, ambas divisiones cerraron el ejercicio en negativo, con pérdidas millonarias.

Precisamente, el grupo presentará hoy sus resultados del año pasado a nivel global y se espera que, por segundo ejercicio consecutivo, las cuentas se hayan cerrado en rojo. Sin embargo, a pesar de que 2020 fue nefasto para el sector, y toda la industria en general, las estimaciones apuntan a un descenso importante de las pérdidas, que podrían rondar los mil millones de euros, frente a los más de 2.200 de 2019.

En esos resultados, con toda probabilidad, el presidente y máximo accionista de la multinacional apuntará las claves de lo que puede ser este 2021. Un ejercicio que parte con buenas perspectivas tras el parón generalizado de 2020, una vez agotado el stock de acero en las factorías y con la esperada recuperación económica si tiene éxito la vacunación masiva de la población europea.

También se espera que sea un buen año para las plantas asturianas. Al menos, que sea mucho más positivo que los dos anteriores y que se puedan disipar las dudas sobre la continuidad de algunas instalaciones, como la división de largos y la parte de cabecera que le correspondería -un horno alto y la acería de Gijón-. Para ello será también fundamental que tengan éxito los arranques previstos este mes, como el de las baterías de cok y la inyección del gas que genere en los trenes de chapa y carril.