La caída de alimentos y combustibles modera la inflación en Asturias, que baja al 10,6% en agosto
En un mes ha descendido medio punto y acorta su brecha con el IPC estatal, pero el que excluye alimentos frescos y la energía sigue disparado
Noelia a. erausquin / clara alba
Miércoles, 14 de septiembre 2022, 00:16
La espiral inflacionista podría haber tocado techo. El IPC de agosto dio un respiro al bolsillo de los consumidores, más incluso en el caso de los asturianos que en los del resto del país. En concreto, y según los datos definitivos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación se situó el mes pasado a nivel nacional en el 10,5%, mientras que en el Principado se colocó en el 10,6%.
El dato estatal es tres décimas inferior al pico del 10,8% alcanzado en julio (su nivel más alto desde septiembre de 1984) y el regional es medio punto más bajo que el 11,1% anterior, que iba abriendo una importante brecha con el promedio del país. Se termina así con una racha de tres meses consecutivos de subidas en su tasa interanual. Pero las previsiones eran mejores. En el caso de la inflación nacional se ha superado en una décima el 10,4% anticipado por la institución estadística hace unas semanas. Y sigue anclada en el doble dígito que mantiene en alerta tanto al Gobierno, como a empresas y hogares ante el encarecimiento del coste de vida y la pérdida de poder adquisitivo.
Agosto fue, de hecho, el tercer mes consecutivo en el que la inflación superó las dos cifras. Por su parte, la subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos, aumentó en agosto tres décimas, hasta el 6,4%, su valor más alto desde enero de 1993. En el caso asturiano, se situó en el 6,3%.
En términos generales, se puede concluir que la caída de los precios de la gasolina en las últimas semanas está detrás de la moderación del IPC interanual. Sin embargo, el peso de los precios de la electricidad y de los alimentos ha impedido un descenso superior. Se da la circunstancia de que estos últimos registraron en agosto una subida interanual del 13,8% a nivel nacional, tres décimas por encima a la tasa registrada en julio y la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994. En el Principado, sin embargo, se moderaron y cayeron al 11,9% desde el 13,1% precedente. De hecho, la comunidad recorta parte de su diferencia con el dato nacional por ese descenso.
Igualmente, pese a esa moderación, la cesta de la compra sigue desbocada. Preocupa, especialmente, el encarecimiento de muchos productos básicos; bienes de primera necesidad en los que la demanda no suele variar en exceso al no poder ser sustituidos. Es decir, afectan sobre todo a las rentas bajas, como es el caso de la carne, el pan y los cereales y la leche, el queso y los huevos, con subidas de más del 20% en el último año, el doble que el índice general.
Sorprende especialmente el caso de productos como la leche, cuyo precio se ha disparado casi un 26% en los últimos 12 meses. El aceite lo ha hecho en un 24%, mientras que el alza de huevos y cereales ronda el 22%. Otros habituales del carro de la compra como los cereales se han encarecido en un 21%, mientras que el pan o la carne de vacuno lo hacen en el entorno de un 15%, igual que las patatas, las legumbres y las hortalizas frescas. Mientras, los carburantes se han encarecido casi un 25% (aunque bajaron un 7% el pasado mes), los productos energéticos un 37,4% y la calefacción un 47,2%.
Si se pone el foco en la subida experimentada en solo un mes, los datos también llaman a la prudencia. La leche se encarece un 2,5% entre julio y agosto, mientras que los cereales lo hacen por encima del 1%. El turismo y la hostelería también subieron. A nivel nacional un 0,8% y en Asturias un 2% en el periodo de vacaciones por excelencia. El Banco de España alertaba esta misma semana de la presión alcista que ocio, restauración y turismo están ejerciendo sobre la inflación, superior en el sector a la registrada de media en la zona euro.
Previsiones de otoño
Desde el Ministerio de Economía confían en que la inflación se reducirá en los meses de otoño, con una esperada moderación de la demanda y con la ayuda de medidas como el tope al gas, además de la caída en los precios de los carburantes.
Sin embargo, incluso los analistas más optimistas se han visto obligados a reconfigurar sus quinielas para el conjunto del ejercicio. Los últimos en hacerlo han sido los expertos de Funcas, que ayer elevaron del 8,9% al 9,1% su previsión de inflación media anual. «A corto plazo, la clave del éxito estará en que las medidas de los bancos centrales tengan un efecto real de contención» en los precios, tal y como explica Pedro del Pozo, director de inversiones de Mutualidad de la Abogacía.
Una batalla que se antoja larga y difícil para las familias, ante el impacto que ya están teniendo las subidas de los tipos de interés en el encarecimiento de los créditos y de las hipotecas.
Dos de cada cinco familias ya han recortado un 10% su gasto
La subida de precios es imparable. Llenar la cesta de la compra con los mismos productos que antes se ha convertido en misión casi imposible para miles de familias que, mes a mes, deben hacer frente al encarecimiento de productos de alimentación básicos, de la gasolina, las facturas domésticas o la hipoteca, entre muchos otros. Ante la incertidumbre actual y el deterioro de su poder adquisitivo, muchos hogares se han visto obligados a cambiar sus hábitos de consumo, con el objetivo de reducir determinadas partidas de su presupuesto y poder asumir el alza de los precios de la energía.
Según un estudio de Kantar publicado este martes, dos de cada cinco hogares españoles ya han contraído su gasto medio en un 10% respecto a hace un año.
El cambio de hábitos no compete solo a una mayor apuesta por las marcas blancas en el supermercado o a la reducción del número de productos con los que se rellena el carrito de la compra. El informe de Kantar también apunta a que se ha registrado una notable reducción en el nivel de desperdicios, que ha descendido un 12,3% respecto al año anterior. Del mismo modo, apuntan a la simplificación de menús, incrementando el número de comidas con un plato único que, a cierre del primer semestre, representaba un 52,4% del total de intereses.
Esta misma semana, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, llamaba la atención sobre la necesidad de ofrecer alimentos de calidad a las familias más vulnerables. Palabras que llegaban tras la reunión mantenida junto a la vicepresidenta Yolanda Díaz con los grandes distribuidores, a los que se ha propuesto la elaboración de cestas básicas de la compra con precios congelados hasta después de Navidad.
El sector no ve útil la medida y defiende que lleva meses haciendo un «ingente esfuerzo» en márgenes para evitar trasladar todo el impacto del de la inflación al consumidor final. Según Kantar, el 80% de las categorías de gran consumo han aumentado el precio medio por debajo del nivel del IPC. Eso sí, el 20% sí ha crecido por encima.
