Un empresario ejemplar y comprometido

Desde muy joven cogió las riendas de la empresa familiar, la que vio crecer con su padre, del que aprendió los principales valores de un empresario que apostó por su Tineo natal para seguir construyendo el proyecto empresarial que hoy está presente en más de 15 países de Europa.

Con triste pesar hoy escribo estas líneas para despedir, antes de tiempo, a un hombre que supo apostar por la comarca de Tineo para hacer crecer una compañía emblemática en un sector estratégico para nuestra región como es el agroalimentario. Un emprendedor nato que consiguió, no sin esfuerzo, llevar el nombre de Cafento por todos los rincones de España.

Un empresario acreditado que amó a la tierra que le vio crecer y supo poner en valor la capacidad y potencialidad de muchos tinetenses para continuar con un negocio familiar que, hoy por hoy, es una referencia nacional e internacional. Sin miedo al fracaso apostó por la innovación de productos para hacerse un hueco en el mercado global sin olvidar sus raíces y mucho menos sus valores.

Un hombre, padre, hijo, esposo y hermano que también se desvelaba por el futuro de Asturias. Esa fue nuestra última conversación y que hoy recuerdo con gran consternación. Le preocupaba su tierra y, como presidente que fue de la Asociación de Empresa Familiar, luchó con ahínco y entusiasmo por trasladar a la sociedad asturiana la importancia de la empresa para hacer de Asturias una región próspera.

Hoy decimos adiós a un empresario ejemplar, de los que Asturias necesita, ahora más que nunca. Hoy la familia Cafento, la personal y la profesional, formada por cerca de 500 trabajadores, se queda huérfana. Desde esta tribuna quiero trasladar a todos ellos mi más sincero y sentido pésame. Querido Carlos, te has ido demasiado pronto, pero nos has dejado un legado como empresario que será ejemplo para muchos jóvenes de nuestra región. Gracias por tu compromiso, por tu buen saber hacer y por tu asturianía inquebrantable. Descanse en paz.