Alu Ibérica acusa a los sindicatos de llevar a la firma al «borde de un abismo»

La compañía Alu Ibérica en A Coruña, antes Alcoa, ha lamentado este lunes que los sindicatos utilicen argumentos «falsos» contra su gestión y les ha advertido de que la pueden situar «al borde del abismo» con la reclamación de objetivos «poco realistas» y limitando la producción a aluminio primario.

«Las posiciones radicales y contrarias al diálogo, encarnadas en el presidente del Comité de Empresa de A Coruña -Juan Carlos López Corbacho-, son las que ponen en riesgo el futuro de la compañía y de los puestos de trabajo«, avisa en un comunicado después de que la CIG sostuviera este fin de semana que existe »un riesgo claro de desaparición y desmantelamiento de la fábrica«.

Según la dirección de Alu Ibérica, el objetivo de los representantes sindicales es «desestabilizar a la compañía e impedir que se implante un plan industrial comprometido con el empleo y la generación de riqueza para Galicia y Asturias«. Ante esta situación, aclara que las declaraciones que vinculan la viabilidad de la empresa a los precios del estatuto electrointensivo »no responden a la realidad« del plan industrial de Alu Ibérica, orientado a la producción de aluminio verde circular.

Añade que el precio final de la energía va a rondar este año los 45 euros/MWh (megavatio-hora) y el próximo año los 48 euros/MWh, unas cifras «muy alejadas del umbral de rentabilidad». La firma sostiene que para arrancar las series electrolíticas habría que reducir en torno a 20 euros el coste del MWh, para lo que habría que recurrir a las ayudas directas de la administración.

«La producción de aluminio primario sólo será una realidad si es netamente rentable económicamente durante los próximos cinco años y se dispone de un contrato comercial y las garantías suficientes de un precio final de la energía para dicho plazo«, resalta Alu Ibérica, que insiste en que arengar a los empleados y a las administraciones reclamando una intervención y demandando unos precios de la energía poco realistas »es un engaño que, usando su terminología, podría llevar a la compañía «al borde del abismo».

La compañía, subraya, necesita que se frene el «actual frentismo» contra el proyecto que existe desde diferentes estamentos, ya que serán los empleados primordialmente los más beneficiados con el éxito de éste, por lo que «deben de entender que otras vías que no son la colaboración y el entendimiento afectarán negativamente a todas las partes»