Enagás y Naturgy proyectan el primer parque eólico marino de Asturias para producir hidrógeno

La construcción del parque eólico marino, que aún no tiene ubicación decidida frente al litoral, correrá a cargo de la UTE formada por Navantia y la asturiana Windar. Contará con un máximo de 24 plataformas flotantes que posibilitarán la generación renovable. Además, el proyecto de Asturias incluye el desarrollo de una planta de electrólisis, donde se transformará la energía limpia procedente de los parques eólicos en hidrógeno verde. Según explicaron Enagás y Naturgy, este proyecto podría generar más de 1.500 empleos en total en las fases de construcción -que concentrarían la mayoría de dichos puestos- y operación.

Gracias a la producción eléctrica renovable estimada (350 MW), ambas compañías prevén un ahorro inicial de emisiones de más de 200.000 toneladas de CO2 al año. El objetivo es que el hidrógeno verde generado se destine para consumo de la industria asturiana y descarbonizar así sectores como la siderurgia y la construcción naval, para extenderse también a otros. Asimismo, «este hidrógeno será distribuido a gran escala a través de la red gasista y exportado a Europa». De hecho, se enmarca dentro de la iniciativa 'Green Crane', promovida por Enagás, que ya había sido presentada en abril como candidata a proyecto de interés común europeo (IPCEI) con la intención de captar fondos para su desarrollo. De momento, está a la espera de la resolución de Bruselas y del visto bueno del Ministerio de Industria. El primer despliegue de la tecnología prevista en Asturias se realizará «en una escala a nivel demostrativo, con una potencia de 50 MW de energía eólica marina y 100 MW de eólica terrestre, un electrolizador off-shore de cinco MW y otro on-shore de 100 MW». En una segunda fase, el proyecto podría ampliarse hasta los 250 MW de eólica marítima, con un electrolizador adicional en tierra de 100 MW.

El proyecto, según sus promotores, «permitirá adquirir experiencia en la integración a gran escala de la electrólisis y la energía renovable, tanto on-shore como off-shore, así como avanzar en la senda de reducción de los costes de producción del hidrógeno verde», que será consumido localmente, distribuido a través de la red gasista y exportado a Europa. De esta manera, Asturias formará parte de las primeras cadenas europeas de producción y transporte de hidrógeno verde a gran escala para descarbonizar los sectores más críticos y fortalecer el sistema energético europeo. Así, el Principado y el resto de España se posicionarán como punto estratégico para la producción y exportación de hidrógeno.

«Esto permitirá avanzar en las distintas alternativas para el transporte del hidrógeno verde a larga distancia, así como en el uso de las infraestructuras de gas, bien mediante el 'blending' -inyectar hidrógeno gaseoso a la red de tuberías de gas existentes- o bien mediante la reconversión de dichas infraestructuras a largo plazo». De esta manera, las industrias locales «también se ven beneficiadas por el proyecto, ya que este atañe a sectores de difícil electrificación, gracias a que el hidrógeno se podrá comercializar en mezcla con gas natural mediante mecanismos de garantía de origen y permitir así acceder a la descarbonización de sectores que son complejos de electrificar sin que tengan que acometer inversiones en el corto o medio plazo que puedan mermar su competitividad».

Además, este vector energético permite almacenar y gestionar energía de forma masiva y durante largos períodos de tiempo, lo que facilita el ajuste entre la oferta y la demanda. 'Green Crane' pretende convertir a España en la puerta de entrada del hidrógeno en Europa y en esta planificación Asturias juega un papel fundamental. El proyecto plantea la posibilidad de movilizar 2.100 millones de euros -400 de ellos en Asturias-, para generar y distribuir hidrógeno verde al resto de Europa.

La idea es aprovechar el potencial de España e Italia para generar energía solar y fotovoltaica, producir hidrógeno con ellas y luego exportarlo mediante transporte marítimo y gasoductos a Holanda y Alemania, principalmente, para ser distribuido al resto del continente desde dichos países. Enagás cuenta con la ventaja que supone la regasificadora de El Musel, aunque aún está pendiente de recibir la licencia ambiental que permita su puesta en marcha.

Si este proyecto consigue la financiación necesaria para materializarse, supondría, por tanto, un espaldarazo para el puerto gijonés. Por su parte, Naturgy todavía no ha anunciado la alternativa que plantea para sustituir la actividad de la térmica de Soto de la Barca, en Tineo. La empresa aseguró ayer que, dado que se trata de una iniciativa aún en fase inicial, no está decidido dónde se ubicarán los parques eólicos ni la planta de electrólisis. No obstante, tanto Naturgy como Enagás señalaron su intención de aprovechar su presencia en el territorio.