La AIReF mejora sus previsiones para Asturias y espera que cierre el año con superávit

Las razones de este cambio hay que buscarlas en los buenos datos presupuestarios, en lo que a estabilidad se refiere, con los que el Principado acabó 2020. Asturias cerró el año con un superávit del 1%, lo que se traduce en unos números en verde de 240 millones de euros.

La mejora de las previsiones que realiza la AIReF no afectan solo a Asturias, aunque sea esta comunidad autónoma una de las más beneficiadas. La entidad fiscalizadora prevé una mejora de cuatro décimas en el balance presupuestario del conjunto de las comunidades autónomas, una previsión que Asturias supera con creces.

La entidad advierte además de que, de aplicarse los superávits y excesos de financiación, el Principado podría alcanzar al cierre del ejercicio una tasa del 17,1% en la ratio que relaciona la deuda con el PIB, llegando a niveles previos a la pandemia. Asturias cerró el pasado año con una tasa del 20,8%, más de dos puntos por encima de la registrada en 2019, y con un volumen total de 4.446 millones de euros.

La AIReF viene reclamando a las administraciones públicas, también al Principado, un plan para contener la deuda. No obstante, el Gobierno regional prevé en sus presupuestos poder seguir incrementándola, en este caso como respuesta a la crisis provocada por la pandemia, en un intento de reactivar la economía y reforzar los servicios públicos.

Los buenas previsiones presupuestarias para Asturias contrastan con las revisiones a la baja del crecimiento nacional. El azote de la tercera ola durante los primeros meses del año retrasará la recuperación económica en España y obligará al Gobierno a revisar a la baja sus previsiones de crecimiento. Así lo confirmó ayer la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, durante una entrevista con 'Bloomberg TV' en la que también expresó su confianza en un «rebote muy fuerte» en la segunda mitad del año. «Dejamos atrás un duro primer trimestre, que es la principal razón por la que vamos a revisar a la baja nuestra previsión», explicó. Sin embargo, dejó claro que en marzo se ha apreciado una mejoría muy rápida y «todos los indicadores apuntan a una evolución positiva».

Tras el hundimiento del 11% registrado en 2020, el Ejecutivo estimaba hasta ahora que el PIB crecería un 7,2% este año (y un 9,8% incluyendo el impacto de los fondos europeos). Todo apunta a que la actualización de las previsiones que se conocerá hoy dejará la cifra en niveles más cercanos a la estimación de otros organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé un repunte del 6,4% en 2021, o de la AIReF, que cree que España crecerá un 6,6%, desde el 8,2% anticipado en noviembre. Los motivos para este ajuste tienen mucho que ver con los que ahora obligarán al Gobierno a rebajar sus previsiones: el ritmo de vacunación, el parón del turismo y la demora en los fondos europeos.

Respecto al primer punto, Calviño destacó ayer que en España ya se ha inyectado la primera dosis a unos seis millones de personas, un 13% de la población, y se está en camino de alcanzar el 70% para el verano. Pero desde la AIReF expresan que «la pandemia está lejos de ser controlada, con nuevas restricciones a la movilidad en algunos países y un proceso de vacunación que ha avanzado a un ritmo más lento de lo que nos gustaría».

A partir de aquí, los obstáculos para el crecimiento se alinean como la 'pescadilla que se muerde la cola'. Sin vacuna, la recuperación del turismo, clave para la economía nacional, también parece lejana. La previsión de la AIReF es que apenas un 30% de los turistas extranjeros que llegaban a España antes de la crisis lo hagan este año. Y el porcentaje seguirá en un limitado 60%-70% a finales de año.

La ministra de Economía se mostraba algo más optimista al expresar durante su entrevista que la caída del estado de alarma el 9 de mayo supondrá el levantamiento de las restricciones de movimiento y un cambio en las dinámicas del sector.