«Es fundamental lograr un consenso político para la transición energética»

–¿Cuál es el objetivo de este ciclo sobre la transición energética en Asturias?

–Este ciclo de conferencias tiene como objetivo principal intercambiar ideas y compartir opiniones sobre las oportunidades que se presentan en la región para que la energía y la industria sean las principales herramientas de la reactivación económica. Hoy tenemos unos objetivos claros en materia de clima y energía en el horizonte 2030, establecidos por las decisiones europeas y el marco español. También contamos con unos fondos de recuperación y de transición justa que nos deben ayudar a impulsar las reformas necesarias.

–¿Qué necesita la región para que la descarbonización sea una palanca de crecimiento?

–La transición energética afecta a muchos sectores y a varias generaciones, por lo que necesita acuerdos entre todos los agentes sociales, empresas e instituciones. Además, no solo responde a criterios técnicos, de negocio o económicos, también requiere de políticas eficaces que vayan acompañadas del apoyo de los gobiernos europeo, nacional y por supuesto regional. Es fundamental lograr un consenso político, a todos los niveles, y perdurable en el tiempo. La estrategia energética recientemente publicada por el Principado, un acuerdo básico sobre ella, y las próximas acciones que se planteen podrían ser la base de ese crecimiento. Los fondos europeos representan una gran oportunidad, serán una gran palanca, pero debemos tener proyectos, buenas ideas y determinación para aprovecharlos.

–Asturias tiene empresas punteras en la fabricación de componentes para la eólica y la fotovoltaica. ¿El éxito de la transición en la comunidad pasa por ampliar este mercado?

–Una de las grandes fortalezas de Asturias es que siempre hemos apostado por la industria y debemos seguir haciéndolo. El mercado de las tecnologías verdes va a continuar ampliándose en los próximos años. Los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima para España lo confirman, por supuesto en materia de renovables, pero también en el ámbito del almacenamiento, hidrógeno verde, tecnologías marinas, etcétera. En este sentido, al igual que en Europa, debemos convertir la transición energética en la gran apuesta de desarrollo industrial de la región.

–El precio de la luz está disparado. ¿Será suficiente un cambio de hábitos de los consumidores para rebajar la factura?

–Hay que considerar muchos factores que inciden en el precio de la luz, y que van desde los precios de los combustibles, los precios del CO2, los peajes, los cargos, la fiscalidad, etcétera. La digitalización y las posibilidades que aportan los contadores inteligentes nos van a ofrecer cada vez más oportunidades para cambios de potencia y mucha más flexibilidad. Es cierto que su puesta en marcha ha coincidido con precios altos en el mercado mayorista, pero tendremos que ver cómo va evolucionando.

–Los elevados costes energéticos de España provocan la pérdida de competitividad de la industria. ¿Cómo se puede compensar al sector?

–El pasado mes de diciembre entró en vigor el estatuto de consumidores electrointensivos, que busca mejorar la competitividad del suministro eléctrico de estas industrias y, desde marzo, ya se puede presentar la solicitud para obtener la certificación de consumidor electrointensivo. Recientemente, la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía ha contribuido a nuestra publicación de Cuadernos de Energía con un artículo que ayuda a comprender sus implicaciones: cuestiones como las compensaciones por el CO2 indirecto, el apoyo a los PPA o a cuánto asciende la parte imputable de costes regulados. No obstante, en el ámbito de la competitividad de la industria europea, tienen especial importancia los precios del CO2 y la posible implementación del ajuste en frontera sobre la que está trabajando la Comisión Europea.

–El hidrógeno verde se alza como tecnología principal para los próximos años. ¿Será competitivo dado su alto precio?

–El hidrógeno verde es un vector energético que puede contribuir notablemente a descarbonizar sectores como el de la industria, entre otros. Para lograrlo, es necesario avanzar en las tecnologías de producción a partir de electricidad renovable barata que lo haga competitivo en costes. También se debe avanzar en las tecnologías para su utilización en sectores como el del acero o el del cemento que difícilmente se pueden electrificar, y para lo que son necesarios importantes proyectos de demostración.

–¿Qué opina de los proyectos que se conocen para la descarbonización en Asturias?

–Almacenamiento, hidrógeno y eólica marina flotante serán las líneas de futuro. En esta senda se presentan esos proyectos, que necesitarán apoyo y un tiempo de desarrollo, pero si se llevan a cabo, serán un éxito y situarán a la industria energética de Asturias a la vanguardia. Nuestra región tiene todas las condiciones para que se desarrollen con éxito basándose en su tradición minera, energética e industrial.