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El pozo Carrio, en Laviana, uno de los últimos en cerrar, el 31 de diciembre de 2018. JUAN CARLOS ROMÁN
Las minas más allá del carbón

Las minas más allá del carbón

Diferentes propuestas plantean usos alternativos a las explotaciones mineras con las que reactivar la economía en las cuencas

PILAR ALONSO

OVIEDO.

Lunes, 3 de agosto 2020, 01:34

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El cierre de las minas no tiene por qué significar el fin de su vida útil. Así se desprende de una serie de iniciativas que ya se han puesto sobre la mesa y que tienen como objetivo recuperar la actividad, tanto en el interior como en el exterior de las explotaciones, reactivar la economía en las cuencas y, sobre todo, generar empleo.

Una de las últimas propuestas, muy vinculada a una de las fuentes de energía por las que Asturias apuesta para liderar el proceso de descarbonización, plantea la posibilidad de emplear el agua resultante del bombeo de las minas para el proceso de producción de hidrógeno. En este sentido, hace ya tiempo que Hunosa supo ver el potencial de las minas en desuso para la generación de energía sostenible, en su caso geotermia, para la climatización de diferentes edificios de la comarca.

Menos éxito tuvo en cambio un proyecto planteado hace un tiempo y con el que trataba de producir luz aprovechando la mina para hacer un salto de agua y generar energía. Se hizo un estudio pero no siguió adelante por la imposibilidad de introducir las turbinas bidireccionales necesarias en los pozos. Tampoco salió adelante el proyecto de aprovechamiento integral del metano en las capas de carbón para la generación de energía.

Si los recursos que genera el interior de la mina pueden ser aprovechables, por qué no la propia cavidad. El G-25, un grupo multidisciplinar recientemente convocado para reflexionar acerca del futuro modelo económico y productivo de Asturias, señala como una «oportunidad clave» para la región las galerías vacías de las minas, que también se postulan como enclaves óptimos para el almacenamiento de energías renovables.

Tomando como referencia iniciativas que llegan del norte de Europa, el sindicato SOMA-Fitag-UGT no ha dejado de darle vueltas a la idea de reutilizar los pozos como depósitos. Así, en el contexto de la crisis de la COVID-19 y ante el problema de desabastecimiento de mascarillas y guantes en pleno ecuador de la pandemia, el sindicato minero propuso la creación de un almacén de material sanitario y medicamentos en alguno de los pozos propiedad de Hunosa. «La empresa dispone de terrenos y edificios que pueden utilizarse como base de una de una de esas reservas estratégicas y además cuenta con estructuras subterráneas que pueden ser adaptadas como almacenes de alta seguridad similares a las establecidas por otros países como Finlandia», explicó el sindicato.

Reconvertir un pozo en almacén, en este caso de datos, un 'data center', fue también una posibilidad que el sindicato planteó tomando como modelo un centro de estas características ubicado en un antiguo yacimiento en la costa de Noruega.

Ya en el exterior de las explotaciones, las propuestas ponen el foco en otra de las fuentes de energía que va ganado enteros para sustituir al carbón: la biomasa. «Está demostrado que es la energía que más empleos por megavatio genera», defienden desde CCOO en Hunosa, y recuerdan la intención de la empresa de hacer una hibridación de la caldera de la térmica para que pueda quemar otros combustibles, en este caso biomasa. En este sentido, lo que plantean es que Hunosa sea la impulsora de una estrategia de gestión y aprovechamiento forestal tanto en los terrenos que la hullera tiene en las comarcas como en otros del Principado.

Asimismo, y dentro de un documento en el que se plantean fórmulas para rentabilizar los recursos del patrimonio industrial minero en Asturias, en especial el de Hunosa, SOMA-Fitag-UGT propone la creación de «un laboratorio experimental para especies de biomasa». Se trataría de un espacio dedicado al estudio y divulgación medioambiental, en el que la escombrera del pozo Figaredo se transformaría en un «bosque» para la investigación y la búsqueda de soluciones para terrenos alterados por las actividades industriales, de un lado, y de otro en vivero para la producción forestal.

Otro de los proyectos que parece que avanza con paso firme es la creación de un centro nacional de entrenamiento en rescates, en el que se pudiera «atesorar y transmitir los conocimientos y la experiencia de la Brigada Central de Salvamento Minero». Aunque la sede de este equipo se encuentra en el pozo Fondón, el futuro centro de entrenamiento podría establecerse en el pozo Santiago, en Aller, donde el pasado año se celebró un simulacro, único en Europa, en el que participaron efectivos de la Brigada de Salvamento Minero, la UME, el 112, Guardia Civil y Policía Nacional en un escenario real y bajo condiciones reales que no se conseguirían en ningún otro equipamiento.

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