Orovalle hará controles aleatorios de alcohol y drogas a su plantilla para prevenir adicciones

Incluye, entre otros, aspectos relacionados con la concienciación para prevenir el consumo, el apoyo integral en la reversión de situaciones anómalas para aquellos trabajadores que pudieran necesitarlo, medidas de seguimiento y comprobación... Para desarrollar este plan, además de implantar acciones informativas y formativas sobre las consecuencias de esta ingesta, se establece una serie de procedimientos de control que incluyen «pruebas ante signos de consumo, en los reconocimientos médicos, así como controles aleatorios» realizados por personal sanitario. El servicio médico de la empresa proporcionará información y orientación hacia el tratamiento necesario en función del problema de salud que se detecte y, aplicará medidas para facilitar la asistencia a los tratamientos que pudieran ser necesarios.

El programa recoge los protocolos de actuación necesarios para que estos análisis se realicen con las máximas garantías tanto de precisión de resultados como de confidencialidad de la información, apunta Orovalle.

Asimismo, este plan integral incorpora medidas sensibilizadoras y participativas, que fomenten la difusión a todos los trabajadores de este programa y favorezcan la participación de la plantilla en su desarrollo. Por otro lado, los límites máximos de velocidad permitidos en las instalaciones de Orovalle serán los que en cada momento determine el Reglamento General de Circulación para conductores de cualquier vehículo referidos a alcohol y drogas.

El objetivo principal del plan es la prevención del consumo de drogas y alcohol en el ámbito laboral, «buscando soluciones que no se centren en la penalización, sino que contribuyan a la búsqueda de una respuesta adecuada a la necesidad de cada persona trabajadora». Por ello, recoge diversas medidas de excepcionalidad en la aplicación del régimen disciplinario en vigor en la compañía para los casos positivos en los controles aleatorios. La prevención de las adicciones «es posible y necesaria, y contar con respuestas de actuación previstas, consensuadas y conocidas por la parte social y la empresa es imprescindible» en tanto que el entorno laboral es también un espacio de detección y actuación que además repercute en beneficio de la sociedad en la mejora de la salud de los trabajadores, recalca la empresa.

Este programa había sido un compromiso alcanzado en diciembre de 2019 en la firma del segundo convenio colectivo, y cuya negociación con las cuatro secciones sindicales representadas en el comité se había dilatado hasta ahora, cuando finalmente ha sido posible llegar a un acuerdo para su puesta en funcionamiento. La rúbrica se produjo el jueves en el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (SASEC), al tiempo que se dio luz verde al tercer convenio «tras un proceso de presentación de la propuesta global en asambleas de trabajadores, en las que la plantilla –formada por alrededor de 470 trabajadores– mostró un rotundo apoyo a su ratificación».

La directora general de Orovalle, Nuria Menéndez, valora de forma muy positiva los términos del tercer convenio, y destaca «la importancia de haber alcanzado un acuerdo global que permitirá la implementación del plan de prevención y actuación frente al consumo de alcohol y/o drogas en la compañía, constatando el firme compromiso de Orovalle con la cultura preventiva».

El nuevo convenio incluye un incremento salarial fijo superior al 10% acumulado en el periodo 2023-2025, así como otro adicional de hasta el 1% anual en 2024 y 2025, vinculado a la evolución del IPC y a la reducción del nivel de absentismo. Además, establece reducciones de la jornada anual de trabajo de hasta 36 horas al año. Orovalle –filial de la canadiense Orvana Minerals– opera la minas de El Valle-Boinás, en Belmonte de Miranda, y la de Carlés, en Salas, de las que extrae oro, cobre y plata.