La patronal asturiana advierte de «deslocalizaciones» si el Gobierno sigue con su modelo energético

El nuevo modelo de suministro eléctrico que plantea el Ministerio para la Transición Ecológica «pone en riesgo» la pervivencia de las grandes industrias de la región. Al menos así lo cree el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), Belarmino Feito, quien considera que la propuesta «vuelve a ser un café para todos y para muchos que perjudica gravemente» a los intereses de la región.

Como publicó ayer este diario, el Ministerio para la Transición Ecológica que dirige la vicepresidenta cuarta del Gobierno, Teresa Ribera, ha sacado a consulta pública su propuesta para crear una reserva estratégica de respuesta rápida para el respaldo de los servicios de ajuste del sistema eléctrico. O lo que es lo mismo, la creación de un modelo que asegure el suministro eléctrico en el caso de colapso de la red. Hasta ahora se venía asegurando a través del sistema de interrumpibilidad, es decir, la desconexión en caso de necesidad de las grandes consumidoras a cambio de recibir una compensación económica.

Estas compensaciones se fijaban a través de una subasta. Sin embargo, este sistema deja de funcionar tras la amenaza de la Unión Europea a España de sanción al entender que podrían ser consideradas ayudas del Estado, violando así las normas comunitarias de competencia. No pone reparos, sin embargo, al modelo de otros países como Alemania o Italia, similar al que en España se ha venido utilizando.

El nuevo modelo propuesto por Transición Ecológica, que ayer publicó este periódico, obvia la singularidad de la industria asturiana, que concentra a las grandes consumidoras del país -ArcelorMittal, Asturiana de Zinc, Alu Ibérica, Química del Nalón,...- al abrir la puerta de las compensaciones a todo tipo de empresas.

Según la última subasta de interrumpibilidad, se permitían bloques de 5 y 40 megavatios. Ahora, tal y como figura en el texto propuesto, la asignación del servicio se llevará a cabo a través de un mecanismo de subasta en la que se pondrán en juego bloques de un mínimo de 1 MW de potencia. Se trata, a juicio de Belarmino Feito, «un café para todos y para muchos» al no asumir el Gobierno la singularidad de la industria electrointensiva.

Para el presidente de la patronal asturiana, si el Gobierno mantiene esta propuesta, «se sigue poniendo en riesgo la deslocalización de empresas de sectores claves en Asturias, como el acero, el zinc, el aluminio o el vidrio».

A esta situación se añade el retraso en la aprobación del estatuto para la industria electrointensiva, anunciado hace quince meses por la ministra de Industria y que, en palabras suyas, servirá para rebajar la factura eléctrica de las empresas. A día de hoy, sigue sin fecha para su entrada en vigor. La última referencia a este respecto la dio el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado martes, al afirmar que el estatuto formará parte de las medidas inmediatas que el Ejecutivo aprobará para la reconstrucción económica del país por la pandemia.

El presidente de Fade recordó que en la patronal asturiana no han tenido comunicación de si las alegaciones presentadas al estatuto han sido admitidas. Por ello, Belarmino Feito considera que la propuesta de nuevo modelo de suministro eléctrico planteada por Transición Ecológica «perjudica, por enésima vez, gravemente a la industria básica de Asturias, de la cual dependen un buen número de empresas y de empleos».