La patronal acusa al Gobierno de convertir a la industria asturiana en el «tonto útil y paganini» de la descarbonización

Primero fue el Principado, luego fueron los partidos políticos y ahora son los empresarios de la región los que rechazan el estatuto de las electrointensivas que el Consejo de Ministros ha aprobado esta semana. Un reglamento que no atiende ninguna de las alegaciones presentadas desde Asturias y mucho menos atiende las reiteradas promesas realizadas por la ministra de Industria, Reyes Maroto, de elaborar un mecanismo que evite que las electrointensivas tengan que soportar unos costes energéticos mucho mayores que los de sus principales competidores. Y en este punto, el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), Belarmino Feito, no dudó en acusar, sin medias tintas, al Gobierno de España de «convertir a Asturias y su industria en los tonto útiles y en los paganinis de la transición energética».

Así se manifestó el presidente de la patronal del Principado en un comunicado tras analizar el contenido del estatuto de las electrointensivas, publicado hoy en el BOE dos días después de que fuera aprobado en el Consejo de Ministros del martes. Un reglamento que, por otro lado, es un calco del borrador elaborado por Ministerio de Industria y que no ha atendido ni a las alegaciones presentadas por el Principado ni a las de Fade. Unas reclamaciones que pedían que se atendiera la singularidad de hiperintensiva de la industria básica asturiana y que se elevara al máximo las compensaciones de los costes indirectos por emisiones.

Según Feito, no atender esta singularidad en el texto aprobado por el Gobierno «condena a nuestra industria a una pérdida de competitividad constante frente a sus competidores alemanes y franceses«. Después de dos años de continuos retrasos en la aprobación del citado reglamento, el reglamento, prosigue el presidente de Fade, »no atiende a las necesidades ni aporta las soluciones que requiere la industria básica electrointensiva y, por el contrario, beneficia a más de 600 empresas que nada tienen que ver con este sector de actividad«.

El estatuto, que la ministra Reyes Maroto ha venido presentando desde que anunció su elaboración hace dos años como la «solución» a los elevados costes energéticos que tiene que soportar la gran industria, no solo no corrige esos costes, sino que «no aborda el problema impositivo de la estructura de costes --sostiene el presidente de Fade-- y mucho menos atiende la compensación de costes indirectos sin llevarlo al límite permitido por la UE, a diferencia de lo que sí hacen otros países».

Para el líder de la patronal asturiana, con la aprobación de este estatuto, Asturias y las regiones del Noroeste ven como son «relegadas y ninguneadas» en en beneficio de aquellas otras comunidades que «tienen capacidad para otorgar mayorías en el Congreso», en clara alusión al País Vasco y Cataluña, dos de las comunidades más favorecidas por el reglamento de las electrointensivas que ha elaborado el Ministerio de Industria.

Por ello, Belarmino Feito pide al Gobierno del Principado, que preside Adrián Barbón, «más contundencia» para defender los intereses de la industria asturiana y que utilice, «con firmeza», las herramientas de interlocución con el Ejecutivo central «para buscar una solución que termine con el agravio continuado al que está siendo sometida Asturias».