Barbón presiona a Ciudadanos para que facilite pactos locales y permita retener Oviedo

Pertrechado tras un aluvión de datos que certifican lo arrolladora de la victoria del PSOE, Adrián Barbón compareció en la sede regional del partido visiblemente contento. Con tiempo para la ironía, como cuando afeó a la popular Teresa Mallada que celebre su segunda posición y sus diez escaños, la mitad que los logrados por los socialistas, «como si fuera el mejor resultado de la historia mundial». Y con pocas ganas de explorar de momento el escenario postelectoral autonómico, centrado primero en la composición de los ayuntamientos.

Ahí, el dirigente socialista tiró con bala. No porque presumiera de los buenos resultados de su formación ni de la posibilidad de llegar a gestionar hasta 55 consistorios si prosperan algunas alianzas, sino porque metió una buena dosis de presión a Ciudadanos para que facilite pactos municipales que eviten que la extrema derecha pueda «poner sus garras» en un puñado de gobiernos locales. Llegó incluso a plantear la posibilidad de algún tipo de acuerdo en Oviedo que permita que Wenceslao López siga como alcalde, orillando al popular Alfredo Canteli, a priori el mejor posicionado.

«El objetivo de ser freno a la involución que representa la derecha en la Junta se ha conseguido», dijo Barbón, que instó a Ciudadanos a «reflexionar y optar» entre bloquear a la extrema derecha o darle alas.