Ocho harinas aptas para celíacos
Se usan para elaborar pan, dulces, galletas, salsas y sopas, entre otras cosas
La harina es un básico en la alimentación. Su versatilidad permite elaborar desde pan, dulces, galletas y todo tipo de productos horneados, hasta salsas y sopas. El obrador Leon The Baker explica tipos de harinas aptas para celíacos, y nosotros añadimos dos 'made in' Asturias.
Harina de arroz integral
Tiene un valor nutricional mayor al del arroz blanco por su alto contenido en fibra. Además de no tener gluten y ser apta para personas con alergia o intolerancia, la harina de arroz integral puede ayudar a mejorar la salud digestiva y a no subir de peso.
Harina de maíz
Es perfecta para la elaboración de panes. El yodo que contiene ayuda a regular el colesterol, procesar los hidratos de carbono y, además, fortalece la piel y las uñas. Además, tiene efecto antioxidante y es muy rica en carotenos.
Harina de teff
Contiene los ocho aminoácidos necesarios para el ser humano y es perfecta para hacer masa con una alta concentración de proteínas. Es de fácil digestión y mejora el tránsito intestinal. También, ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre y tiene un gran poder saciante, lo que le hace un alimento ideal para dietas de adelgazamiento.
Harina de mijo
Es un cereal muy antiguo procedente de Etiopía. Es muy rico en fibra, proteínas y nutrientes y previene enfermedades crónicas como la artritis, entre otros beneficios.
Harina de garbanzo
Es una excelente fuente de proteínas de origen vegetal, muy nutritiva y rica en vitaminas A, C y E. Además, es muy útil. Su textura la convierte en una perfecta sustituta del huevo para apelmazar la masa y es ideal para los rebozados y ciertas recetas sin gluten.
Harina de guisantes
Tiene grandes beneficios para la salud, como, por ejemplo, su gran cantidad de vitamina C y sus bajas calorías, lo que se convierte en un aliento ideal para dietas. Además, fortalece el sistema inmunológico y combate el colesterol.
Harina de escanda
La escanda es una variedad de trigo que difiere de la común en muchas cosas, empezando por la cosecha y terminando por el sabor, más intenso. Es más digerible y saciante y contiene un 14% de proteína en lugar de los 9% del trigo común.
Harina de faba
Con ella se puede hacer cualquier cosa teniendo en cuenta su potente sabor, sobre todo si es faba vieja. La harina de faba destaca por crujiente además de por ser apta para dietas libres de gluten y hasta para hacer espesantes y medicamentos.