«Es importante para el sector apícola asturiano mantener los precios altos»
Julio Fernández López - Apicultor de La Boalesa ·
La mayoría de productores de miel del Principado espera lograr la IGP, centrada en concienciar al consumidor de la importancia de leer la etiqueta para distinguir calidadesJulio Fernández López es uno de los cinco socios de Miel La Boalesa. Lleva 25 años en la empresa y 15 como titular de una explotación en la que hay 2.500 colmenas. Es hijo del impulsor de la Feria de la Miel de Boal, que celebrará su 33 edición los días 2 y 3 de noviembre. Toda su producción sale del municipio de Boal, una zona definida por las floraciones de brezo y, en menor medida, de castaño. Fernández es, además, vicepresidente de Promiel Asturias, la asociación que engloba a buena parte de los de apicultores profesionales del Principado. Esta logró que la miel asturiana se incluyera en la marca Alimentos del Paraíso y ahora cuenta las semanas para lograr la IGP.
Lo primordial para el crecimiento del sector es, según este apicultor boalés, que los compradores atiendan y entiendan el etiquetado. La presente campaña, en la cual se sacarán al mercado en Asturias más de 400 toneladas –un 75% más que el año pasado–, es un buen momento para tomar conciencia.
–El año pasado se perdió mucha miel por el mal tiempo. ¿Cómo se presenta este?
–El año pasado fue el peor que recordamos los apicultores asturianos, pues cayó mucha lluvia y salió muy poco el sol. La presente campaña viene mejor, es regular tirando a buena porque, aun no siendo un año de gran producción, sí que hay zonas donde se puede hablar de cosecha buena.
–¿De qué depende?
–Influye mucho la situación de las colmenas. En Boal, las que están en zona media-baja tienen bastante más producción que las de zona alta, donde afectó la sequía de agosto.
–¿Cuánta producción estiman tener en La Boalesa?
–Rondaremos los 22.000 kilos.
–¿Asturias tiene un sector apícola fuerte y competitivo?
–Sí, está teniendo un gran desarrollo. Se ha incorporado mucha gente joven gracias a los planes de incorporación del Principado y buena parte se está profesionalizando. En Promiel tenemos ahora mismo unas 25.000 colmenas de las algo más de 40.000 que hay censadas en Asturias, y eso teniendo en cuenta que de todas, unas 9.000 están en manos de apicultores aficionados, que las trabajan solo para autoconsumo.
–¿Se puede vivir de la miel?
–Hay mucha gente que ya la tiene como su fuente de ingresos principal, aunque sí que es cierto que hace falta tener un número importante de colmenas para poder vivir de ella.
–Pese al incremento del número de colmenas en Asturias –en 2015, había contabilizadas 36.797 y ahora se superan las 46.000–, ¿la región puede aspirar a competir en cantidad?
–No, aún estamos muy lejos de otras regiones, pero Asturias vende toda la miel que produce. Tenemos que seguir primando la calidad y mantener unos precios competitivos.
–En la Feria de la Miel de Boal, ¿se mantendrá el precio del año pasado, que rondaba los 11 euros el kilo?
–Nosotros sí. Es importante para el sector mantener los precios altos. La feria, organizada por el Ayuntamiento de Boal, cumplirá el mes que viene 33 ediciones y seguro que repetirá éxito de participación y ventas.
–¿Cómo distinguir calidades?
–La floración condiciona el resultado y en ella influye tanto la zona geográfica como la época del año y las condiciones meteorológicas. Por tanto, hay mieles muy distintas y, en principio, todas buenas. Lo básico es diferenciar la miel de los sucedáneos y siropes, por eso la importancia de leer el etiquetado, que es una identificación de calidad por especificar el registro sanitario, el origen e información del productor y del producto. Por suerte, el consumidor empieza a hacerlo y a entender por qué unos botes cuestan tres euros y otros, ocho.
–¿Dónde se vende la miel asturiana?
–Suele estar en tiendas pequeñas y gourmet, por eso puede costar encontrarla.
–¿Qué necesitan los apicultores asturianos para trabajar en paz?
–Nuestros problemas más acuciantes tienen que ver con la avispa asiática y la avispilla del castaño, ya que está aumentando su número, y con la varroa, un parásito que lleva en las colmenas 30 años y no conseguimos erradicar. También afectan el cambio climático y, aunque no en Boal, los osos. Necesitamos más colaboración por parte de la Administración.
–¿Cuándo tendrán IGP?
–Pronto, el cambio de Gobierno regional ralentizó el logro. Tener una IGP supondrá dar otro paso importante para poner en valor nuestro producto. Estamos muy interesados.
–¿Todos?, ¿qué porcentaje lo está?
–Los que estamos en Promiel y somos mayoría; eso ya nos parece un buen número. Todos acabarán posicionándose a favor, porque es positivo.
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