«Recibir la Caldereta es un honor y un sueño»
Eduard Xatruch recogió el premio que este suplemento concedió al restaurante Disfrutar antes de coronarse como el mejor del mundo
El restaurante Disfrutar, en Barcelona, es el mejor del mundo. Lo dicen clientes que acuden de diferentes partes del globo a degustar su cocina y lo certifica 'The World's 50 Best Restaurants'. La lista lo oficializó el pasado 5 de junio en el transcurso de una gala celebrada en Las Vegas (Estados Unidos). Así, el restaurante de Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas, que cumplirá diez años en diciembre, ascendió de la segunda posición conseguida el año anterior a liderar el ranking. Antes, este suplemento gastronómico les había comunicado que suya era la Caldereta de don Calixto 2024 en la categoría de Maestro Nacional. Y en Asturias estuvo el pasado lunes Eduard Xatruch para recoger «un premio que recibimos con mucho cariño».
«Es un honor muy grande estar en Oviedo y estar con vosotros, porque al final la gastronomía son las personas; hablamos de producto y territorio, que los necesitamos cómo no, pero para nosotros, para los tres y el equipo, recibir la Caldereta es un honor», aseguró Xatruch, antes de tratar de imaginarse lo que habría pensado si hace 25 años, cuando empezó, le llegan a decir que recogería un premio en Asturias como cocinero: «Me parecería un sueño», aseguró. Uno de los que se hacen realidad.
Explicó la que cree que ha sido la fórmula de su éxito, lo que no considera que sea tener tres estrellas Michelin ni el título de mejor restaurante del mundo, sino «que los clientes nos visiten cada día, salgan satisfechos y, después de pagar, vuelvan», dijo despertando una sonrisa entre el público. Es «habernos dado cuenta de que los proyectos son las personas, que te tienes que rodear de aquellos que te quieren y creen en ti y saber que hay que ser honesto y hacer las cosas de corazón, sin buscar reconocimientos», aseguró. Es que «si cuando empezamos en El Bulli hubiésemos buscado ser protagonistas, nunca habríamos hecho lo que hicimos». Ni en 2011, cuando deciden emprender su propio camino, coger un local en Cadaqués, un pueblo muy estacional, reformarlo ellos y pedir un crédito de 100.000 euros.
Lo que sí han variado ha sido el estilo de cocina, pues «aunque decíamos por activa y pasiva que nunca haríamos creativa, la cabra tira al monte», reconoce. Y poco a poco se decantaron por ese camino.
El galardón de este suplemento gastronómico no solo festeja su buen hacer, sino también su forma de conseguirlo y la trayectoria de tres amigos que se conocen desde hace casi 30 años y decidieron, tras curtirse en El Bulli, abrir un restaurante común. Algo que sorprende especialmente al ser los tres cocineros y no repartirse en espacios como la sala y la bodega. «Somos tres y somos amigos, nos apoyamos siempre. Teníamos claro que el concepto que defenderíamos sería uno moderno, de vanguardia y diferencial, pero con los pies en el suelo porque lo que cuenta es el trabajo diario». De ahí que entre sus ingredientes fundamentales destaquen: amistad, personalidad, producto, creatividad, emoción, búsqueda y evolución.
«Gracias, 'Yantar'»
«También es importante», destacó Xatruch durante su discurso, «cuidar los entornos, y lo digo desde Asturias que es uno de los parajes más maravillosos que hay en el mundo, no solo en España, y no lo digo para quedar bien». Celebró también el producto regional, explicándose así «la gran cocina que tenéis», y volviendo a incidir en el que el gran activo son las personas. «Sois gente trabajadora, humilde, bondadosa y creéis en lo que hacéis, por eso hay proyectos como 'Yantar', que aunque no lo creáis, cocineros de toda España y de fuera lo tienen como referente gastronómico y eso hay que decirlo; muchas veces si no te lo dicen de fuera, no se cree dentro», aplaudió, al tiempo que celebró acciones como estos premios anuales que «todos los que estamos a este lado tenemos que agradecer porque nos dan visibilidad. Igual que los patrocinadores que nos acompañan. Todos cuantos apoyen la gastronomía del país hacen una actividad loable. Gracias».