El Club de Regatas ya tramitó los permisos con Costas para la reparación del argayo
La entidad está a la espera del informe técnico que indique las actuaciones a acometer para estabilizar la zona
MARCO MENÉNDEZ
Miércoles, 12 de noviembre 2014, 00:15
Los responsables del Real Club Astur de Regatas ya han tramitado los correspondientes permisos con la Demarcación de Costas en Asturias para acometer el arreglo del derrumbe de una gran roca en el acantilado sobre el que se asientan las instalaciones y que dejó en el aire parte de una gran terraza del club. Así lo indicó ayer el gerente de la entidad, Leopoldo Vigil. «Aún estamos pendientes del informe de los técnicos para que nos den una solución. Creemos que lo tendremos en breve», añadió.
Una vez tramitados los permisos, lo más importante es saber qué hay que hacer para solucionar el argayo y que se pueda acometer la obra bajo los preceptos marcados por la Ley de Costas y con las limitaciones logísticas propias del lugar en el que se encuentra el derrumbe. «Será una obra compleja y todavía no sabemos el coste que puede suponer. Pero lo más importante es que los técnicos nos digan qué es lo que tenemos que hacer para solucionarlo. Estamos en sus manos», apuntó.
El derrumbe se produjo la madrugada del 2 de noviembre, quedando suspendida en el aire parte de la terraza ubicada junto al gimnasio. Por fortuna, todo ocurrió en plena noche, cuando no había nadie en las instalaciones, por lo que solo se registraron daños materiales. La intención de los responsables del club es acometer las obras lo antes posible, antes de la llegada de los temporales marítimos de invierno y que, tradicionalmente, castigan mucho esa zona. Es más, se estima que fueron los temporales de principios de año los que debilitaron el acantilado y provocaron el derrumbe.
Oposición de Podemos
Por su lado, Podemos Xixón hizo ayer pública una nota en la que rechaza que se «autorice actuación alguna que modifique la situación de la costa, incluyendo la del citado acantilado en su estado actual». Pide que no se permita «la instalación de ninguna clase de elementos artificiales que puedan alterar, cambiar o suplementar la línea costera en zonas privadas». Además, emplaza al Ayuntamiento y al resto de órganos públicos que no den ayudas para las reparaciones.