La alcaldesa de Gijón plantea soterrar el tráfico del Muro para peatonalizar la superficie

La alcaldesa Carmen Moriyón está decidida a acometer la reforma integral más ambiciosa jamás realizada en el Muro si vuelve a gobernar la ciudad después del 24 de mayo. Y además está resuelta a costear la actuación con financiación 100% municipal procedente, en su mayor parte, «con el ahorro generado en el actual mandato con el rescate de las cocheras de EMTUSA».

La regidora de Foro ha encargado una propuesta de reordenación al arquitecto gijonés Jovino Martínez Sierra, quien recién licenciado participó a principios de la década de los noventa en la última remodelación importante del paseo marítimo a las órdenes de Diego Cabezudo.

Esquemáticamente la propuesta elaborada por Martínez Sierra define un conjunto de obras en dos niveles -bajo tierra y en superficie- para resolver la movilidad y mejorar la accesibilidad y la seguridad vial en el Muro.

Un falso túnel y nuevo carril bici

En el nivel subterráneo se plantea construir un falso túnel entre la calle Eladio Carreño (donde comienza el Martillo de Capua) y la glorieta del Piles de cuatro carriles (dos en cada sentido), que tendría entrada por la avenida de El Molinón y la glorieta del Piles y salida a superficie a la avenida de Castilla. El falso túnel con la suma de los carriles, aceras, arcenes y salidas de emergencia tendría 16 metros de ancho y 5 metros de altura de gálibo.

En superficie el espacio por el que circulan actualmente los coches se vería compartimentado en una parte completamente peatonal y otra semipeatonal. El tráfico motorizado quedaría restringido a una única calzada con un carril de baja velocidad y una banda de aparcamiento y paradas de emergencia entre la calle Caridad y la avenida de Castilla.

En el espacio ganado a los vehículos con el soterramiento se construiría también un nuevo carril bici que sustituiría al que se ha ejecutado en este mandato. Estaría conectado con la red existente y mejoraría el ancho y la seguridad de las condiciones actuales.

Pérgola de 900 metros transitable

En superficie también se define como un elemento nuclear la instalación de una pérgola de casi un kilómetro (900 metros lineales) entre la escaleras 7 (antes del México Lindo) y la 15 (a la altura de la avenida de Castilla). Esta estructura es clave para implantar nuevos usos en el paseo y agrupar los servicios de salvamento y policía urbana que actualmente están sobre la playa de San Lorenzo. Esta nueva pérgola, a diferencia de la de los años 60, además de dar sombra y cobijo, se ha reformulado para dar cabida en sus bajos a nuevas instalaciones y actividades relacionadas con la playa y el paseo (kioscos, puestos de helados, cafeterías, terrazas, pequeñas tiendas, zonas de juegos...) con un carácter más dinámico y polivalente. Además sería enteramente transitable en el nivel superior con itinerario peatonal y ciclista, además de incluir zonas de estancia y miradores que darían mucho juego en las grandes citas del verano como la Noche de los Fuegos y el Festival Aéreo. La estructura se elevaría a 4 metros del suelo, coincidiendo con la cota de los tamarindos del paseo.

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