La FAV comparte la «humillación» de los vecinos de Poniente por la Semana Negra

La Federación Gijonesa de Asociaciones de Vecinos (FAV) expresó ayer su apoyo incondicional a la Asociación de Vecinos Pando de Poniente en sus reivindicaciones para acortar los horarios nocturnos de la Semana Negra y liberar la zona de la actual sobrecarga de actividades festivas durante el verano tras reunirse con su junta directiva.

La entidad que preside Tita Caravera emitió ayer un duro comunicado en el que reparte culpas a partes iguales entre equipo de gobierno y oposición y afirma entender y compartir «el sentimiento de humillación» que llevó anteayer a la presidenta de Pando, Flor González, a presentar su dimisión. La federación acusa sin tapujos de «falta de planificación y organización», pero también de «improvisación, manipulación y mentiras» en la cara de los vecinos afectados que fueron objeto de promesas de todo tipo antes de los comicios municipales.

«No es posible acordar en el mes de octubre en el Pleno municipal una reducción de horarios y un reparto de eventos coherente y llegar a la situación actual cuando nos encontramos con la Semana Negra», critica la federación vecinal, que reclama a los seis grupos representados en la Corporación local otra forma de proceder en el futuro, con compromisos serios y firmes como el que se alcanzó en su día en 2008, contando con la participación de los vecinos afectados, para una planificación seria y rigurosa de los eventos festivos veraniegos.

A juicio de la FAV, lo que se ha hecho con los vecinos de Poniente pone de manifiesto una cosa. Que «el interés del gobierno municipal, con la complicidad del resto de fuerzas políticas, está sujeto a intereses de negocio que incomprensiblemente priman sobre los de vecinos de un barrio que dicen sí a la fiesta pero no al abuso».

Para la entidad vecinal, «el prestigio de la Semana Negra no está, desgraciadamente, en los acontecimientos culturales que deberían primar, sino al servicio de un grupo de hosteleros de representatividad cuando menos cuestionable, que van al negocio puro y duro».

«Cuando es la alcaldesa personalmente quien se compromete a regular el tema de los horarios y después nos encontramos con la situación actual se mantendrá a diario el cierre hasta las cuatro de la mañana no podemos ver más que deslealtad, y así tenemos que manifestarlo. Es su responsabilidad, responsabilidad compartida con otros grupos municipales, más allá de que los partidos de la oposición tampoco hayan mostrado un especial interés a cambiar el rumbo de los acontecimientos o se hayan manifestado tímidamente», prosigue el crítico comunicado vecinal.

«Se puede y se debe contar con los vecinos para elaborar un Plan de Seguridad, un Plan de Emergencia, un Plan de Limpieza, pero una vez más estas cuestiones quedan aparcadas hasta el punto que de que llegan los eventos y no existen resoluciones a las que atenerse que suelen llegar, con suerte, el mismo día en el que comienzan los actos cuando no a posteriori», señala.

Los vecinos de Poniente solicitaron ayer por registro una reunión con la junta de portavoces del Ayuntamiento para que los seis grupos expliquen su cambio de postura desde las elecciones sobre este tema. Y ante esta petición la federación vecinal también reclama en su comunicado el que «tengan la dignidad de escucharlos».

El portavoz del PP, Mariano Marín, fue el primero en aceptar públicamente el envite vecinal. No solo mostró su disposición a mantener ese encuentro de todos los portavoces en presencia de la junta directiva de Pando, sino que además sugirió que si el gobierno de Foro no lo convoca para esta semana podría celebrarse el próximo día 14, cuando ya hay prevsta una junta de portavoces para tratar asuntos sobre el Pleno del día 17.

Ningún pleito contra el festival

«En este momento no existe ningún procedimiento en trámite judicial contra la ubicación de la Semana Negra en Naval Gijón» por desestimiento de los propios vecinos de Poniente. Así lo confirmó ayer Marcelino Abraira, el abogado que ha pleiteado estos últimos años contra el certamen en nombre de la Asociación de Vecinos Pando.

Los propietarios de los edificios barco de Poniente iniciaron su batalla judicial contra el certamen cuando el Ayuntamiento permitió en 2012 que se instalase en Naval Gijón. Contrataron a Abraira, el abogado que logró expulsar la Semana Negra de la zona posterior del Palacio de Deportes y del entorno de El Molinón. Este abogado ya había participado en 2008 en la elaboración del convenio firmado por los vecinos con el Ayuntamiento, en tiempos de Paz Fernández Felgueroso, que autorizó la celebración en la playa de Poniente una única vez.

El letrado presentó en 2012 un recurso contencioso haciendo valer el convenio suscrito cuatro años atrás. El juez dictó sentencia reconociendo la validez jurídica del acuerdo firmado, en virtud del cual el festival nunca podría volver a Poniente (paseo y playa), pero que esa delimitación no incluía los terrenos del antiguo astillero. En 2013 el fallo fue recurrido argumentando, entre otras cuestiones, que el suelo de Naval estaba contaminado según parámetros de la ley 22/11 de 28 de julio y el juez finalmente resolvió que tal hecho no quedaba acreditado . Ante este nuevo revés judicial los vecinos arrojaron la toalla y decidieron no recurrir más.