Dormir mal incrementa el riesgo de cronificar el dolor de cuello
Un estudio de la Fundación Kovacs dice que la probabilidad de que la dolencia empeore es del 191% cuando hay trastornos del sueño
Laura Fonseca
Miércoles, 21 de octubre 2015, 00:11
El sueño puede ser reparador, incluso, cuando uno se acuesta con un molesto dolor de cuello. Así lo concluye un estudio realizado por la Fundación Kovacs en el que se analizó la influencia que puede tener la buena o mala calidad del dormir cuando nos duelen las cervicales. Lo que se encontraron los especialistas, que acaban de publicar los resultados del trabajo en la revista internacional 'Clinical Journal of Pain', es que el dolor de cuello remitía más rápidamente entre quienes aseguraban dormir mejor. Es más, los autores de la investigación dan un paso más allá y afirman que quienes sufren trastornos de sueño tienen un mayor riesgo de convertir el dolor cervical en una enfermedad crónica.
Para calcular el impacto que el mal sueño puede tener sobre los dolores cervicales, el cuarto en el ranking (el primero por excelencia es el de la espalda), elaboraron una escala valorativa del 0 al 20. El cero corresponde con un buen estado del sueño mientras que el 21 se asocia con graves problemas de insomnio. Por cada escalón que se acerca al 21 la probabilidad de que el dolor de cuello empeore crece un 9%. Según explicó el especialista Domingo Carretero, médico de la clínica que la Fundación Kovacs en Gijón -entidad que mantiene un concierto con el Servicio de Salud del Principado-, «por cada seis dolores lumbares hay tres de cuello». Aunque no es la dolencia lumbar más frecuente, «es un trastorno muy molesto e invalidante, y representa un problema social, laboral y económico de primera magnitud». Apunta este experto que «tan solo el 20% de los casos crónicos consumen hasta el 80% de los costes totales que generan las dolencias del cuello y la espalda mundialmente, y cuanto más dura el dolor más difícil resulta curarlo».
El estudio se realizó sobre un total de 422 pacientes, que fueron evaluados durante tres meses por médicos y fisioterapeutas. Los resultados demuestran que el 62% de los pacientes con dolor cervical tienen una mala calidad del sueño y que la probabilidad de que el dolor no mejore es un 191% mayor entre quienes duermen mal. «Es probable que el hecho de no conciliar bien el sueño desencadene mecanismos biológicos que facilitan la persistencia del dolor», indicó el profesor Jesús Seco, médico fisioterapeuta de la Universidad de León y coautor del trabajo.