El Ateneo Jovellanos se transformará en fundación por las exenciones fiscales

Los 554 socios del Ateneo Jovellanos estaban convocados ayer a su asamblea general anual en la que su presidenta, Isabel Moro, informó de las cuentas de 2016 y de las actividades desarrolladas durante el pasado ejercicio, como dos conferencias a la semana, presentaciones de libros, conciertos y viajes. Igualmente, explicó que la entidad espera trasladarse en el último trimestre de este año a la remozada Escuela de Comercio, donde dispondrá de un espacio de 130 metros cuadrados.

Pero una de las novedades que presentó Moro a los socios es el propósito de unir el Ateneo Jovellanos con su fundación, denominada Fundación Ateneísta de Asturias. Así, se creará la Fundación Ateneísta de Asturias-Ateneo Jovellanos, de la cual todos los actuales socios pasarán a ser patronos. Eso permitirá que cualquier donación que reciba la entidad gozará de exenciones fiscales, con lo cual el dinero irá a parar íntegramente al Ateneo.

La transformación tiene mucho que ver con la situación económica de la entidad cultural. La contabilidad del año pasado fue negativa, pero la situación se subsanó gracias a los donativos de algunos socios. En sus actuales locales tienen que hacer frente a importantes gastos, como la calefacción, la luz y el personal, lo que se solucionará cuando se trasladen definitivamente a la Escuela de Comercio.

Tal es la precariedad económica en la que se mueve el Ateneo Jovellanos que la austeridad se ha convertido en una constante en su día a día. Y una de las más perjudicadas es su pinacoteca, con más de 200 obras de autores como Piñole o Moré. Prácticamente la mitad de las obras precisan de una restauración urgente. Moro explicó que solicitaron una subvención al Principado y al Ayuntamiento. En ambos casos les fueron denegadas bajo el pretexto de que «suponía un enriquecimiento para la entidad. Y eso que les habíamos propuesto poner la pinacoteca a disposición de cualquier entidad que la quisiera exponer». A la vista de la negativa de las administraciones públicas, acudieron a una entidad bancaria en busca de ayuda, pero «no mostró ningún interés», apuntó la presidenta.

¿Cuál es la solución que alcanzó la junta directiva? Proponer a sus socios que asuman la restauración de un cuadro, según su preferencia o coste del arreglo, con lo que se convertirían en benefactores de la pinacoteca. La presidenta indicó que hay cuadros que solo precisan de un bastidor nuevo, pero otros tienen polilla o los hay que limpiar por completo. Por eso, el coste de las restauraciones puede oscilar entre 50 y 400 euros, según los casos.

Otro asunto propuesto a la asamblea fue la subida de las cuotas, de 55 a 70 euros anuales. El Ateneo Jovellanos está notando «un goteo de socios nuevos por los viajes cortos que hacemos por Asturias y las conferencias. Es gente que se acaba de jubilar pero todavía es joven y participa en esos viajes y las conferencias», destacó Moro.