«El Ateneo seguirá otros 80 años»
Las directivas ateneístas repasan su pasado y futuro en la comida anual
GLORIA POMARADA
Miércoles, 5 de abril 2017, 02:23
Cuando se reúne un grupo de personas que ha dedicado los últimos veinticinco años a un fin común, la conversación varía inevitablemente entre las anécdotas del pasado y las recetas para el futuro. Con estos dos ingredientes se celebró ayer la comida de hermandad de las directivas que desde 1993 ha presidido el Ateneo Jovellanos.
La figura de José Luis Martínez, presidente de la institución cultural durante veinte años, consiguió reunir por segundo año consecutivo a los ateneístas que marcaron el cambio de rumbo de la entidad. «Es una comida para rememorar tiempos, porque todos hemos contribuido a sacar esto adelante», confesaba Martínez. «Yo cogí el Ateneo Jovellanos con un pufo de unos 4.000 euros y apenas ochenta socios. Lo dejé con novecientos y 120.000 euros en caja», resume el expresidente sobre su mandato.
La receta de su éxito, confiesa, está en las «amistades para lograr respaldo económico. Conocía a infinidad de escritores por proceder del mundo editorial. Cuando les comentaba la situación del centro, prestaron su ayuda». A su marcha en 2013, el expresidente del Ateneo señala que falló «una de las subvenciones más importantes, de 25.000 euros».
A pesar de la reducción de apoyo por parte de las instituciones y del descenso de socios, José Luis Martínez se muestra optimista, «hay unas buenas perspectivas para que siga funcionando otros ochenta años». Su confianza ante el futuro reside en la persona que actualmente ocupa la presidencia, Isabel Moro. Secretaria de Martínez durante catorce años, Moro ha apostado por una línea continuista en su gestión. «Tenemos una situación económica saneada. Ajustamos los gastos lo máximo posible y vivimos gracias al aporte de los socios. Las subvenciones son mínimas por no decir nulas, del Ayuntamiento recibimos dos mil euros el pasado año», detalla la presidenta.
Isabel Moro accedió al cargo hace un año, en sustitución de Álvaro Muñiz, ausente en la comida de confraternización. «Tenemos una relación cordial, de hecho fue él mismo el que me propuso», cuenta. «Somos una familia», abunda Moro, a la par que destaca la hermandad que ha imperado entre los ateneístas en el medio centenar de viajes que han realizado por todo el mundo. Precisamente, los viajes son una de las actividades que atraen a nuevos socios. «No llevamos una guía al uso, sino una persona que conozca el país desde el punto de vista del arte, de la historia, más que del folklore», explica José Luis Martínez. Sobre los retos de futuro, el expresidente insiste en el relevo generacional que ya marcó su mandato. «La media de edad de los ateneístas está en los cincuenta años. Me gustaría que hubiera chicos de veinte o treinta que se preocupen por el arte, por la literatura», anhela. El perfil de los ateneístas es de los pocos puntos en los que discrepa con Moro. «El Ateneo se dirige más bien a la gente que se acaba de jubilar y quiere ocupar su ocio, a la gente joven no les podemos ofrecer nada ahora mismo».
En el horizonte más cercano, el Ateneo Jovellanos se enfrenta al doble reto de aumentar los 600 socios actuales y el inminente cambio de sede. Está previsto que en el último trimestre del año la asociación cultural se traslade a la Escuela de Comercio. «Cuando estemos allí instalados donaré los 5.000 libros de mi biblioteca personal al Ateneo», adelantó José Luis Martínez durante el almuerzo de confraternización.