El agua de lluvia del aparcamiento de El Molinón se almacenará para baldeos
La EMA también estudia generar energía con el agua que sale de la depuradora de Aboño, para alimentar la planta
I. VILLAR
GIJÓN.
Lunes, 1 de febrero 2021, 00:58
Con las obras de las grandes infraestructuras de saneamiento ya en su recta final -la previsión es que tanto los pozos de tormentas de Hermanos ... Castro y El Arbeyal como la depuradora del este empiecen a prestar servicio a lo largo de 2021- la Empresa Municipal de Aguas (EMA) busca nuevos avances, centrados en la creación de «sistemas de drenaje sostenible» y la implantación en algunos puntos de la ciudad de redes separativas por las que el agua de origen pluvial circule al margen de las fecales.
El objetivo sería doble. Por un lado, reducir el caudal que se acumula en el sistema general de saneamiento en los días de fuertes lluvias, que es lo que provoca en ocasiones, cuando la red se ve superada, los alivios directos al río Piles. Por otro, aprovechar el agua procedente de las precipitaciones para tareas de limpieza urbana y riego en los días de tiempo seco. «Hay zonas puntuales de la ciudad en las que se puede actuar para, de forma relativamente sencilla, separar esas redes. Y lo que queremos estudiar es si se puede almacenar el agua para usarla después en el baldeo de calles o para regar», explica el gerente de la EMA, Pedro Menéndez.
Uno de los espacios sobre los que la empresa municipal centra su atención es el aparcamiento que rodea el estadio de El Molinón y que suma 35.000 metros cuadrados de superficie. «Es una zona impermeable muy extensa, en la que se recoge una importante cantidad de agua que va a la red de colectores». Es decir, que a través de las alcantarillas el agua acaba en el saneamiento general, rumbo al emisario submarino de Peñarrubia, cuando no al Piles. La intención es «planificar» algún tipo de infraestructura que sirva para su recogida y depósito, de forma que pueda utilizarse para las tareas indicadas.
Muy cerca del aparcamiento, en plena avenida de El Molinón, ya se está probando un sistema que permita un mejor aprovechamiento del agua de lluvia y evite que contribuyan a la saturación de los colectores. El proyecto de obras para convertir esta vía en un paseo peatonal integrado en el parque de Isabel la Católica contempla la construcción en ambos márgenes de un sistema de drenaje que captará el agua a través de sumideros de rejilla y la derivará a unos ramales que funcionarán como difusores para regar de la vegetación aledaña. «De esta manera se evitará que la gran mayoría de las aguas pluviales lleguen a la red general de alcantarillado y se reduzca el consumo de agua de riego».
Y el Ayuntamiento ya tiene en mente otros lugares donde se podrían poner en marcha experiencias similares, basadas también en redes separativas de agua. Recientemente el concejal de Mantenimiento y Obras Públicas, Olmo Ron, indicó que el proyecto -aún pendiente de licitación- para la reurbanización de la calle Calderón de la Barca, en El Coto, incluiría la recogida independiente de las aguas pluviales para su posterior aprovechamiento en las labores de limpieza de Emulsa. Y avanzó que algo similar se podría hacer cuando se reforme la calle Río Eo.
En una línea similar, no para su reutilización, pero sí para evitar que el agua de lluvia colapse el saneamiento, va el estudio que la consultora de ingeniería Eptisa debe realizar para la EMA en el marco del contrato para la redacción del proyecto de renovación del colector del río Peñafrancia. Junto al diseño de las obras necesarias para reformar esta infraestructura en un tramo de aproximadamente 800 metros a su paso frente al Palacio de Deportes, la empresa debe analizar «posibles descabezamientos en origen de las aguas pluviales a lo largo de toda la cuenca del río», para aliviar de carga el colector y que no llegue a él todo ese agua de lluvia.
«Minicentrales» en la traída
Entre los proyectos «para los próximos años» relacionados con la sostenibilidad, como los ya mencionados que reducirán el uso de agua de la red para los baldeos, la empresa municipal también destaca el estudio de fórmulas que permitan aprovechar el ciclo integral del agua que circula por sus redes para la generación de energía. A lo largo de la traída de agua desde Los Arrudos, la EMA ya tiene instaladas dos «minicentrales» hidroeléctricas, pero ahora quiere hacer lo propio con las conducciones de saneamiento, ya dentro del concejo. «En los últimos años se han desarrollado turbinas de baja velocidad con poco salto, que nos dan la oportunidad de recuperar la energía que se genera en puntos como la salida de agua tratada de la EDAR de La Reguerona. Ahí tenemos un salto que se puede aprovechar incluso para generar electricidad que se consuma dentro de la propia depuradora», apunta Pedro Menéndez.
El gerente añade que «en el futuro inmediato» la empresa abordará un proceso de «transformación digital» que permitirá mejorar la gestión de la red y de toda la información que genera, «que se podría abrir a otros servicios e incluso a los ciudadanos». Uno de los proyectos en este sentido es la «sensorización» de sus redes, es decir, la instalación en las tuberías de todo tipo de medidores, de cara a generar un «gemelo digital» que analice en tiempo real el comportamiento de la red. También se estudia aprovechar la renovación «de una parte importante» de los contadores que se abordará en los próximos años para implantar sistemas de «telelectura» de los mismos, a distancia.
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