La alcaldesa de Gijón retira Urbanismo a José Luis Fernández «para dar más impulso a los proyectos»

El hasta ahora concejal de Urbanismo, Policía Local y Servicios de Prevención y Extinción de Incendios -que antes de la entrada de IU en el equipo de gobierno también desempeñó provisionalmente las competencias de Movilidad- pasará a ser únicamente concejal de Seguridad Ciudadana, perdiendo por tanto todas sus responsabilidades en materia de ordenación y desarrollo urbanístico. «No hay ningún motivo más allá que buscar la forma de que los proyectos se ejecuten de la mejor manera posible», argumentó Marina Pineda sobre un cambio que también busca liberar de carga de trabajo al edil -estos días confinado tras haber dado positivo en coronavirus- para que pueda centrarse en las tareas relativas a Policía Local, Bomberos y salvamento en playas. Y si bien matizó que eso no significa que en ese área no se estén desarrollando actuaciones, «creemos que hay que darles un nuevo impulso y buscamos una nueva distribución que nos ayude a mejorar. Nos quedan dos años de mandato que van a ser duros, porque tenemos que afrontar las consecuencias de la pandemia. Hay que replanteárselo todo, buscar una visión global y ver la forma en la que mejor se puedan desarrollar esas competencias».

Pese a su posición en el escalafón municipal, donde al principio del mandato llegó a ser presentado como coordinador de todas las áreas relacionadas con la promoción económica, durante estos casi dos años de gobierno socialista José Luis Fernández se ha caracterizado por mantener un perfil público bajo. De hecho, en cuestiones como las recientes negociaciones con el Gobierno central para el rediseño del plan de vías y en el tratamiento de múltiples asuntos urbanísticos dentro de la propia comisión municipal del ramo el protagonismo ha recaído en su 'número 2', el director general de Urbanismo, Gonzalo Canga, quien continuará en el cargo, aunque dependiendo de otra concejalía.

Será la actual concejala de Atención a la Ciudadanía y Distritos, Dolores Patón, quien asuma las competencias retiradas a Fernández. «Todo el desarrollo y la configuración de la ciudad tienen mucho que ver con los distritos y con la participación», justificó Marina Pineda, quien rechazó hablar en esta reorganización de concejales reforzados o debilitados. «El gobierno municipal es un equipo y hay que aprovechar el conocimiento y la experiencia de todos los concejales. La alcaldesa, que es quien tiene la competencia, ha valorado que determinadas áreas quedaban mejor distribuidas de esta manera», arguyó.

Pero con independencia de la opinión de la portavoz municipal, sí hay una concejala que sale especialmente reforzada con estos cambios -en general, todas ellas, pues salvo Marina Pineda todas las mujeres del equipo de gobierno aumentan sus competencias-. Se trata de Natalia González, primera teniente de Alcaldía y hasta ahora edil delegada responsable de Bienestar Social y Derechos, que sumará a sus competencias las de Educación, Infancia y Juventud. «Queremos un área de Bienestar Social entendida en el sentido amplio del término, no solo en el más estricto de atención a las personas vulnerables. Infancia y Juventud son materias que ya toca en parte ese área. Y desarrollarlas conlleva también Educación», dijo.

Temas como las becas de comedor se gestionan ya desde la Fundación de Servicios Sociales, pero ahora González deberá sumar a sus responsabilidades las escuelas infantiles y las relaciones con los consejos escolares, entre otros asuntos. «La concejala ha sopesado la carga de trabajo que tiene y ha asumido llevar Educación, Juventud e Infancia. Está perfectamente capacitada y va a poder con ello», consideró Pineda.

Las nuevas competencias de Natalia González las pierde, incluso antes de asumirlas, Manuel Ángel Vallina, quien el próximo miércoles tomará posesión de su acta de concejal y a partir de ese día tendrá encomendadas las responsabilidades en materia de Cultura, sin el resto de asuntos que manejaba Alberto Ferrao. Sí ocupará, como corresponde a este cargo, la presidencia de la Fundación Municipal de Cultura, así como la de la empresa municipal Divertia, organismo del que este año está previsto que se desgaje el área de Turismo, quedando únicamente con la programación del Jovellanos, los Festejos y el Festival de Cine.

De la Concejalía de Educación y Cultura también dependían hasta la marcha de Ferrao las competencias en materia de memoria democrática, que pasará a desempeñar Salomé Díaz, añadiéndolas de forma expresa -a diferencia de lo que ocurría hasta ahora- al nombre de su concejalía: Participación Ciudadana, Memoria Democrática, Mercados y Consumo.

Finalmente, Carmen Saras sumará a sus competencias en Salud Animal las de Cooperación al Desarrollo, si bien dejará de presidir los consejos de distrito de las zonas centro y oeste, que pasarán a depender junto al resto de distritos urbanos de la flamante concejala de Urbanismo, Dolores Patón.