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Jonathan Trabanco inició el XXVII Concurso Oficial de Escanciadores, en el Jardín Botánico.

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Jonathan Trabanco inició el XXVII Concurso Oficial de Escanciadores, en el Jardín Botánico. DAMIÁN ARIENZA

El Botánico le da el oro a Jeison Franco

Gijón acoge la tercera fase del XXVII Concurso Oficial de Escanciadores. Wilkin Aquiles continúa en primera posición en la clasificación general

MARLA NIETO

GIJÓN.

Viernes, 28 de agosto 2020, 00:23

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«No es lo mismo». Eso decían algunos de los 37 participantes del XXVII Concurso Oficial de Escanciadores, enmarcado dentro de la Fiesta de la Sidra Natural de Gijón. No lo es porque no hay público, el silencio incrementa los nervios y los ojos de los miembros del jurado se fijan en cada uno de manera individual. Pero lo importante, coinciden, «es que se celebre».

El concurso ya lleva dos fases previas, una en Carreño y otra en Nava. Ayer, el ganador de la jornada fue Jeison Franco, de la sidrería El Madreñeru, de Pola de Siero. De este modo, este candidato a la victoria se coloca, en la clasificación del regional, en segundo lugar. El primer puesto lo sigue ocupando Wilkin Aquiles, de la sidrería La Avenida, de Gijón.

Salvador Ondó, de El Otru Mallu -cuatro veces campeón de este certamen y que, por el momento, va tercero en el ranking general-, considera que «hay que ir tanteando el terreno para saber qué dirección tomar, porque este año la sidra es Val de Boides, del llagar Castañón, y de unas a otras cambia mucho», explicó.

Ondó prefiere que haya público durante la demostración no solo por lo arropado que se siente sino también porque que le gusta trabajar bajo presión: «Cuando todo está en silencio uno se relaja y no se mide igual a la hora de echar la sidra. Cuando hay gente alrededor te centras más en lo que estás haciendo».

Si no hay cambios, quedan todavía cinco concursos que disputar en otras tantas localidades de la región, por lo que la clasificación todavía puede sufrir muchos cambios. «No es como se empieza, sino como se termina», apuntó Salvador Ondó.

Los tres premios locales de participantes gijoneses que no optan al galardón regional fueron, por orden, para Diego Gómez, de sidrería La Fueya; Daniel Rojas, de La Nueva Ibérica; y Alejandra Venegas, de la Montera Picona. Esta modalidad la impulsaron este año con el fin de animar a la gente a participar.

Futuro prometedor

El Antiguo Instituto acogió una charla sobre el presente y futuro de la sidra, también con motivo de la fiesta en honor al producto estrella de la región. La impartió José Antonio Norniella, enólogo y asesor técnico integral. Incidió él en cómo ha cambiado la situación a lo largo de estos meses debido a la pandemia por el nuevo coronavirus: «Los cosecheros llamaban al llagar para saber qué iba a pasar con las manzanas, pero los lagareros no podían dar respuestas».

Para el sector secundario, es decir, los lagareros, todo el tiempo que duró el confinamiento supuso «buscar métodos para mantener la sidra, pues tiene una longevidad concreta». Sin embargo, dijo, gracias a que los años pares se obtiene menos cosecha, «se puede asegurar que este año se vende toda la manzana, y al haber tenido estos tres meses de verano más o menos buenos en la hostelería gracias al turismo, se pasa de ser un año desastroso a solo ser un mal año».

El futuro de la sidra, valoró, «será prometedor, pero habrá que reinventarse».

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