Las calabazas vencen por guapas y por grandes

Competían no solo en dimensiones, sino también en originalidad y en tradición. Más de un centenar de calabazas concurrieron al ya tradicional concurso organizado por el Jardín Botánico Atlántico con motivo de los festejos del Día de los Difuntos. La participación cada año es más numerosa y el nivel, más alto.

El jurado lo tuvo difícil para elegir a los vencedores y tras arduas deliberaciones seleccionó la propuesta de Carlos da Silva en la categoría de 'calabaza más rara'. En el apartado de 'calabaza más grande' el primer puesto fue para el fruto presentado por Salvador Fernández (218 centímetros de diámetro), seguido del de Gisela Masa (208 centímetros) y el de Carlos Manuel da Silva (154 centímetros).

En el capítulo de mejor decoración el primer premio fue para Kristina Barna, el segundo recayó en Rosario Piñeda y el tercero en Óscar Basante. En el apartado de 'calabaza de Tiós', resultó ganadora la propuesta de Mario Álvarez Valdés, seguida de las presentadas por José María Suárez y Amor Álvarez.

A lo largo de los dos días de intenso programa de actividades, visitaron el Jardín Botánico un total de 1.897 personas. Además del concurso de calabazas, los asistentes pudieron asistir a visitas guiadas, talleres de repostería con productos típicos de la época y cuentacuentos en los que se narraron leyendas y tradiciones.