Gijón
Los arqueólogos sacan a la luz dos nuevos pozos romanos en la Campa TorresQue el asentamiento sume seis aljibes indica «algún tipo de actividad artesanal, porque para uso doméstico es una cantidad exagerada»
Dice Rubén Montes, arqueólogo de la Fundación Municipal de Cultura, que el de la Campa Torres es «un yacimiento extraordinario por la riqueza y variedad» ... de restos arqueológicos que alberga y que «a nada que excavas, salen materiales de todo tipo». Los trabajos de la segunda fase del 'Proyecto Campa', consistentes en el drenaje y consolidación de los restos arqueológicos de La Llanada (la zona interior del castro) le dan la razón. Comenzaron a finales de junio y en este casi mes y medio transcurrido ya han aparecido piezas de gran interés que ayudarán a entender mejor el pasado prerromano y romano del asentamiento.
Las principales, dos pozos –todo apunta a que de época romana– de similares dimensiones y características que los cuatro que ya eran visibles en el yacimiento. Uno de ellos, el primero que los arqueólogos sacaron a la luz en esta nueva fase de excavaciones, está ubicado a un metro escaso de uno de esos cuatro aljibes conocidos. El otro, no mucho más allá. Fue descubierto esta semana y, como particularidad, destaca que no tiene forma de herradura sino que un tramo del pozo es rector y otro curvo.
El hecho de que el asentamiento de la Campa Torres sume al menos seis aljibes «es algo peculiar y sorprendente». A Montes, seis pozos le parece un número excesivo para que su fin fuera únicamente un uso doméstico. Aventura que su presencia «tiene que ver con algún tipo de actividad que desconocemos». Una hipótesis es que se trata de «una zona de trabajo» en la que se llevaba a cabo «algún tipo de actividad artesanal» –puede que metalúrgica– que requería de cantidades importantes de agua.
Y en la zona de La Llanada no había problemas para conseguir este recurso. El nivel freático del terreno es alto por el sustrato geológico, lo que hace que se impermeabilice y el agua salga hacia arriba cuando llueve mucho. Es lo que sigue ocurriendo y lo que pone en peligro la conservación de las estructuras ya excavadas. De ahí que el objeto principal de esta fase de los que son los primeros trabajos arqueológicos en la Campa en 23 años sea el de colocar un sistema de drenaje que desvíe el agua hacia los acantilados. Ya se están abriendo las zanjas de saneamiento en las que se instalarán las tuberías. Habrá una principal y varias más, secundarias.
En la zona objeto de actuación –que suma más de 1.500 metros cuadrados– trabajan los técnicos de Terra Arqueos y de Desarrolla Obras y Servicios S. L. –empresa a la que se le adjudicó la obra civil por 276.606 euros– y, desde esta semana, también alumnos del Departamento de Prehistoria de la Universidad de Oviedo. «Estamos aprovechando el buen tiempo, que es indispensable», destaca Yolanda Álvarez, responsable de la excavación en la empresa Terra Arqueos.
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