La Casa Paquet, entre vivero de empresas y sede municipal

«Es un proyecto que nos está costando muchísimo». La alcaldesa, Ana González, no oculta las dificultades que se está encontrando su equipo de gobierno para darle un uso a la Casa Paquet, propiedad del Instituto Catequista Dolores Sopeña para cuya ocupación el Ayuntamiento firmó en 2017 un contrato de alquiler por 25 años que, además del pago de una renta anual de 18.000 euros, incluía la ejecución de obras de mejora por un importe de 620.000 euros. Los trabajos adjudicados hace dos años a la constructora Bauen ya han concluido, y de hecho la junta de gobierno aprobó recientemente el pago de la última certificación de obra. Únicamente quedaría pendiente el cambio de ventanas, obra cuya ejecución ha sido objeto de discrepancia entre el Consistorio y los dueños del inmueble, en lo que respecta a quién debería correr con su coste. Pero independientemente de que se haga o no, hoy por hoy el edificio no solo no tiene un uso definido, sino que cualquiera de los que se están estudiando tropieza con la misma piedra, la de la falta de accesibilidad.

«Decir que vamos a hacer un albergue de peregrinos pero que no sea accesible no responde a un modelo de ciudad inclusiva», apunta la alcaldesa en referencia al uso original planteado por el anterior equipo de gobierno de Foro, para poner la Casa Paquet a disposición de quienes hacen el Camino de Santiago y de este modo potenciar la ciudad como parada de la ruta jacobea. La idea parece ya descartada, con independencia de lo que consta en el acuerdo con la mencionada institución religiosa. «Hemos hablado con la fundación y básicamente nos ha dicho que hagamos allí lo que mejor veamos», asegura González.

Entre las opciones que se han estudiado, explica, hay ideas como «generar un vivero de empresas» gestionado por Impulsa o incluso trasladar a la Casa Paquet «algún departamento del Ayuntamiento». Sin embargo, como ocurriría en el caso de utilizarlo como albergue, el problema sigue siendo que el edificio no cumple la normativa sobre accesibilidad para ninguno de estos usos. «Sería extraño usarlo como instalaciones del Ayuntamiento y que no cumplieran con esos requisitos», añade. Recuerda además que el carácter protegido del inmueble «lo condiciona todo, porque hay unas determinadas restricciones constructivas. No podemos ir y tirarlo todo».

Para tratar de poner luz sobre las opciones reales del inmueble desde el punto de vista de la accesibilidad, el próximo paso será «pedir a Cocemfe que nos haga un informe de los problemas que hay y a partir de ahí veremos». Este problema no afecta a la planta baja del edificio, para la que se mantiene el plan de convertirla en oficina de información turística, trasladando allí los servicios de Fomento y el Náutico. «Reúne unas condiciones excelentes para serlo y ya vamos a empezar a comprar el mobiliario para abrirla lo antes posible».