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Gorgojo, con la cita de urología para el 21 de octubre de 2020. UCHA
«Me cayó el alma a los pies al ver que en Cabueñes me daban cita para 2020»

«Me cayó el alma a los pies al ver que en Cabueñes me daban cita para 2020»

Tras sufrir dos infartos, Jesús Gorgojo espera que un urólogo le examine y revise su tratamiento. «Mi situación es un riesgo desconocido», afirma

L. MAYORDOMO

GIJÓN.

Jueves, 29 de agosto 2019, 01:36

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Jesús Gorgojo, gijonés de 56 años, sufrió en mayo una angina de pecho que requirió su paso por el quirófano en el Hospital de Cabueñes para que le practicaran un cateterismo. Hacía ocho meses que su médico de cabecera le había indicado una medicación para la próstata que sumó a otro tratamiento para el colesterol. Cuando salió del hospital, volvió a su médico en el centro de salud Severo Ochoa. Éste le habló entonces de la conveniencia de que le examinara un especialista. Pretendía que un urólogo revisara su medicación, ya que debía combinar ese tratamiento con el que le pautaron en Cabueñes por sus problemas cardiacos, y que valorara incluso la posibilidad de una intervención para atajar unos problemas que, en lugar de solucionarse, iban a más. Salió de consulta con un papel que le reconocía carácter «preferente». Ese mismo día, el pasado lunes 19 de agosto, solicitó la cita.

Se la dieron para el 21 de octubre de 2020. Es decir, dentro de catorce meses. Cuando leyó la fecha, «se me cayó el alma a los pies». La espera, cree Jesús Gorgojo, «no es de recibo». Lo pensaba entonces, cuando presentó una reclamación ante el servicio de atención al paciente, y lo piensa ahora, después de haber salido, con éxito, de una segunda intervención cardiaca.

Porque justo dos días después de saber que debía esperar más de un año por esa primera consulta con el urólogo, volvió a sufrir un infarto. Fue atendido en su domicilio por un equipo del SAMU que, tras activar el Código Corazón, lo trasladó a Cabueñes. Fue intervenido para implantarle un stent en una arteria y recibió el alta el pasado viernes.

Ahora, debe tomar catorce pastillas diarias para mantener la salud a raya. Entre ellas, las que a principios de año le había recetado su médico de cabecera para los problemas de próstata. «Mi situación es un riesgo desconocido. Si esa medicación no me viene bien para este otro problema», dice refiriéndose a los dos episodios cardiacos que ha sufrido en los tres últimos meses, «no sé si llegare a octubre». La Consejería de Salud explica que, pese a que las citas se den tan a largo plazo, la revisión de agendas permite en la mayoría de los casos ofrecer consultas antes de la fecha prevista. «En cuanto se detectan huecos se adelantan», aseguran.

Cinco médicos en un año

Agradecido por el «excelente» trato recibido tanto por el equipo del SAMU que le atendió la semana pasada como por el de Cardiología de Cabueñes, Gorgojo lamenta la «deriva de la atención sanitaria en estos últimos años. No hay por dónde cogerla». Lo dice convencido. Y aporta ejemplos. Además de la espera de más de un año por una consulta con el urólogo, este último año ha tenido cuatro médicos de cabecera distintos: «Así es imposible que te conozcan y puedan hacer un seguimiento de tu caso como corresponde».

El viernes, cuando le dieron el alta en Cabueñes, le indicaron que pidiera cita con su médico para tenerle al corriente. «Llamé desde el propio hospital y me dieron cita para doce días después». Cuando acuda a consulta, le atenderá un nuevo médico de familia. El quinto en un año.

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