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Los manifestantes avanzan por la avenida de Galicia, en El Natahoyo.

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Los manifestantes avanzan por la avenida de Galicia, en El Natahoyo. FOTOS: ARNALDO GARCÍA

Cientos de vecinos claman por medidas anticontaminación en la zona oeste

Alertan contra «la mortandad vinculada a la calidad del aire de 830 personas al año en Asturias, el doble de la media nacional»

DANI BUSTO

GIJÓN.

Viernes, 27 de septiembre 2019, 02:03

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«Los últimos estudios dicen que en Asturias mueren al año, de manera prematura, 830 personas a causa de la contaminación. No es normal que tengamos el doble de muertos que la media nacional». Son palabras de José Luis Fernández, presidente de la Asociación de Vecinos de Bareza-La Lloreda, aunque su preocupación es un sentimiento generalizado. Y lo es, al menos, entre cientos de participantes que ayer se manifestaron en una marcha que partió de la iglesia de Fátima y terminó frente al Museo del Ferrocarril, con la lectura de un manifiesto en contra de la contaminación en la ciudad.

Grupos ecologistas, colectivos sociales y vecinales se movilizaron bajo el lema 'Por la salud en Xixón. Contaminación No', e iniciaron su marcha, pausada y animada con la música de la charanga Ventolín, en torno a las siete y cuarto de la tarde.

Instantes antes de encabezar esta marcha, el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de la Zona Urbana (FAV), Adrián Arias, indicó que las posibles soluciones para combatir la contaminación pasan por «invertir en salud» y, para ello, enfatizó, es necesario que «la industria asturiana sea realmente del siglo XXI». Arias insistió en que «las inversiones medioambientales son inversiones de futuro». Del mismo modo, abogó por «una apuesta clara por la movilidad sostenible» que incluiría «eliminar el tráfico pesado por la ciudad, como el de las decenas de camiones que pasan a diario por la avenida Príncipe de Asturias».

Por su parte, José Luis Rodríguez Peón, responsable en materia medioambiental de FAV señaló que «la alcaldesa, antes de las elecciones, decía que Gijón era una ciudad contaminada, pero ahora dice que no», y lamentó que «se desvíe la atención culpando a los vehículos, cuando la mayor contaminación se produce de noche, y de noche no hay tráfico».

La manifestación, en la que hubo una amplia representación local y regional de Podemos, recorrió las avenidas de la Argentina y de Galicia hasta llegar al Museo del Ferrocarril, mientras numerosos curiosos veían su avance desde las ventanas.

«La notamos en el día a día»

Mireia Rueda, estudiante universitaria, también se sumó a esta marcha, y afirmó que los vecinos de La Calzada «estamos notando la contaminación en el día a día», y desconfía del nuevo medidor de calidad del aire que se instalará en el Lauredal: «No creo que vaya a funcionar. Esos datos se falsean. Estamos sobrepasando los límites varias veces al día».

Con el rostro cubierto con una mascarilla, María José Álvarez Velasco, vicepresidenta de la Asociación de Afectados por el Síndrome de Fatiga Crónica y por la Sensibilidad Química Múltiple, también lamentó que la contaminación afecte asimismo a otros barrios de la ciudad, como Roces, donde vive, y afirmó que ayer era necesario hacer el esfuerzo de salir a la calle para dar visibilidad a unos problemas que, aunque la mayoría de los habitantes no los perciban, se encuentran «en tierra, mar y aire».

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