La depuradora de El Pisón aún tardará al menos año y medio en entrar en servicio

El Ayuntamiento prevé que la depuradora del este aún tardará como mínimo año y medio en poder ponerse en funcionamiento. Y ello en el escenario más optimista, uno en el que la administración de Justicia no ponga objeciones al contenido de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), con la medidas correctoras para culminar la construcción de la planta en El Pisón, que se publicará en los próximo días en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

La estimación temporal la compartió ayer el concejal de Medio Ambiente, Aurelio Martín, quien explicó que esos son los plazos realistas que maneja actualmente la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC). Este ente dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica debe ocuparse de incorporar las prescripciones de esa declaración ambiental para cerrar el proyecto definitivo de la depuradora, conseguir su aprobación por parte de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y, por último, sacar a licitación las obras de remate pendientes. Unas obras que, según avanzó Martín, «no supondrán una inversión menor» y tendrán su propio tiempo de ejecución.

El edil de IU tuvo oportunidad de intercambiar impresiones sobre la situación de la EDAR de Somió en una reciente reunión con la Confederación, donde se analizó también la problemática del Piles. Martín manifestó su esperanza en que la nueva declaración de impacto, que pondrá fin a más de dos años de tramitación ambiental, permitirá «desbloquear» esta infraestructura de saneamiento y levantar la paralización judicial que pesa sobre ella desde abril de 2016.

Entre la cautela y el optimismo, el concejal expresó su confianza en que el nuevo procedimiento ambiental «sea la solución definitiva» a la puesta en marcha de esta depuradora junto a la 'Plantona' para que la mitad de la población gijonesa no siga vertiendo al mar aguas residuales sin ningún tipo de tratamiento.

Sobre el largo historial de pleitos que han ido ganando los vecinos de la urbanización colindante, contrarios a que funcione al lado de sus chalés una depuradora, el edil no ocultó lo que piensa. «Soy muy respetuoso con los derechos individuales pero como gobierno municipal me preocupan más los derechos colectivos que hacen ciudad y que afectan, en este caso, al medio ambiente. Los primeros no pueden quedar por encima de los segundos», remarcó

Martín no ocultó que él siempre ha entendido que la depuradora de El Pisón «debería siempre haber funcionado, aunque fuera provisionalmente, hasta que haya una sentencia definitiva». E incidió en que «preservar los derechos de unos pocos no puede poner en cuestión el de todos». «Todo el mundo tiene derecho a la protesta, pero es necesario tener depuradora en el este del mismo modo que ya la hay en el oeste», apostilló, haciendo hincapié en que la de El Pisón cuenta con tecnologías nuevas de las que no dispone La Reguerona.

También se refirió a la regasificadora de El Musel y llamó la atención sobre la circunstancia de que « todo el mundo dé por hecho que se va a legalizar por primar intereses económicos, aunque no sea para lo que estaba concebida inicialmente, y no se piense lo mismo con la EDAR por ser una instalación medioambiental».

Por su parte, el concejal de Obras Públicas y presidente de la Empresa Municipal de Aguas (EMA), Olmo Ron, aseguró que se reforzará la plantilla de la EMA una vez que se recepcione la planta de saneamiento.